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México (23 de enero).-
Debido a un mayor escrutinio por parte del fisco, el número de personas que han renunciado a su residencia o “Green Card” en Estados Unidos se disparó.
De 2012 a la fecha, eran entre 500 y 600 personas de todo el mundo las que renunciaban anualmente a ese estatus, cifra que se disparó a 5 mil en 2015 debido a la Ley de Cumplimiento Fiscal de Cuentas Extranjeras (Fatca), dijo Patrick Martin, socio de impuestos internacionales de la firma Procopio, con sede en San Diego.
En ese periodo, un número también mayor, aunque difícil de precisar, correspondió a ciudadanos americanos que viven en México o que tienen doble nacionalidad.
Martin señaló que desde 1924 la ley obliga a quienes tienen la residencia estadounidense a declarar sus ingresos y pagar impuestos cuando éstos rebasan los 10 mil dólares, sin importar dónde se encontraran, pero no había mecanismos de control exhaustivos.
Esto quedó atrás con el Fatca y la tecnología que tienen los gobiernos para identificar a las personas con doble nacionalidad y cruzar información tributaria.
En este proceso, las instituciones financieras de cada país reportan las cuentas que tienen todos los residentes a las autoridades fiscales.
“Cuando estás entrando por la frontera (a Estados Unidos) ya se sabe si debes impuestos”, expuso Martin.
“Es un sistema más o menos nuevo, de 2012, y se está utilizando para vigilar e identificar a contribuyentes norteamericanos”.
El experto dijo que hay personas que tienen un patrimonio importante a las que no les conviene seguir con la residencia estadounidense, ya que la Unión Americana grava con una tasa de 40 por ciento a la herencia y otros conceptos.
Juan Carlos Pérez Góngora, director del despacho Pérez Góngora y Asociados, añadió que todo ciudadano estadounidense que resida y tenga ingresos en México, está obligado, en primera instancia, a declarar y pagar impuestos al SAT, pero luego también a la autoridad fiscal estadounidense.
Explicó que lo ya pagado en México puede acreditarse ante el fisco del vecino país, pero se presentan ocasiones en las que por un mismo ingreso anual resulta que entre ambos países hay tasas de impuestos diferentes y cuando sea mayor en Estados Unidos, se le deberá pagar el diferencial.
Hernando Rosado, director general de Roitman Group, con sede en San Antonio, dijo que antes era difícil que se enteraran si no declaraban en EU, pero ahora por Fatca, las instituciones financieras tienen la obligación de preguntarle a sus clientes si son o no americanos y si lo son, van a reportar al SAT y éste a su vez al IRS”, advirtió.