422 palabras
¿Reconoce usted, lector, el interior de esta aula? ¿Sus hijos van a una escuela como ésta?
Éste es un claro ejemplo de maltrato psicológico a un niño de unos 5 o 6 años. Es obvio que la maestra sufre de una terrible frustración. Es obvio, también, que la maestra no llena el perfil para ser contratada como tal.
Su actitud demuestra con claridad que tiene mayor interés en satisfacer su rabia —descargarla en el escuincle— que tratar responsablemente el problema que éste pueda estar presentando.
Es obvio que si la maestra opina —puede hacerlo aquí, queda cordialmente invitada— nos dará sus "razones" de la sinrazón. Lo primero que habríamos de oírles sería la emisión de una sincera disculpa, manifestándonos una profunda intención de acudir lo más pronto posible a un psicoterapeuta para que sea ayudada en su neurosis que ya la va haciendo disfuncional en el trato a los niños, razón por la cual tiene el trabajo.
Aquí está el video:
Ustedes pueden juzgar por sí mismos. Pero si reconocen a la maestra, el aula escolar, a los niños, aquí mismo pueden dejar la información. Las autoridades educativas tendrán los métodos adecuados para impedir que maestros con problemas psicológicos estén ocupados y en aulas del sistema escolar, ya sea con pagos de colegiaturas o por el pago de los impuestos de los mexicanos.
Un niño maltratado en esta forma se puede convertir, en el futuro, en un acomplejado o en un asesino. La maestra sólo habrá amplificado su problema en las generaciones posteriores que por desgracia ella tuvo en sus manos para educar.
El niño requerirá también de atención en forma muy especial.