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Soy profesor de Medio Oriente de la Universidad Iberoamericana; ex alumno de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM; totalmente desconfiado del sistema electoral mexicano y desde que asistí a la conferencia de Peña Nieto en la IBERO, he leido muchos artículos, comentarios, opiniones. Después de meditar y pensar al respecto, me atrevo a escribir lo que he aprendido en estos días tan polémicos.
He aprendido que en la Universidad Iberoamericana los alumnos están muchos pasos adelante de su Rectorado y Dirección en temas de democracia y libertad de expresión. (José Carreón Director de Comunicación de la IBERO debería explicar sus palabras ofensivas hacia sus propios estudiantes y a los empleados de seguridad de la universidad).
He aprendido que los periódicos de la Organización Editorial Mexicana (OEM) carecen no sólo de objetividad sino de imaginación y atentan contra la inteligencia de los mexicanos. (Por favor no compren esa basura).
He aprendido que a Enrique Peña Nieto y a su equipo de asesores les falta mucho para entender las maneras en que la juventud mexicana se organiza y manifiesta. (Un verdadero líder sale y entra por las puertas principales a pesar de los gritos e insultos).
He aprendido que los alumnos de la IBERO puden estar sentados unos juntos a otros mostrando pancartas, gritando a favor o en contra de un candidato sin que hubiera ningún altercado grave. (Mis aplausos y reconocimiento por eso).
He aprendido que periodistas como Loret de Mola son parte de un sistema podrido, en el cual la crítica fácil y sin responsabilidad es la norma. Lo ha hecho antes en noticias de carácter internacional y ahora veo que su ignorancia también se manifiesta en asuntos nacionales. (Sólo menciono a uno de muchos periodistas que formó su "opinión" de oídas y rumores y así, fácilmente, se expresaron sobre un evento en el cual ni siquiera estuvieron presentes).
He aprendido que un gran sector de la sociedad mexicana no quiere o no se da cuenta que "mantener las formas" es lo que ha paralizado a este país y evitado que se manifieste contra la injusticia y la corrupción de sus propios gobernantes. (¿En qué otro momento un ciudadano le puede decir directamente lo que realmente piensa a un político?).
He aprendido que para muchos mexicanos lo importante es solo votar por alguno de los candidatos y no plantearse seriamente si esos mismos candidatos son lo mejor que este país puede ofrecer. (Ser un buen ciudadano no es solo ir una vez cada seis años a depositar un voto, también implica pagar impuestos, respetar la ley, ser solidario con el mexicano cercano, no engañar ni corrompernos en nuestra vida cotidiana).
He aprendido que algunos políticos piensan que siguen viviendo en las décadas de los sesenta, setenta u ochenta en donde los "buenos ciudadanos" no se quejaban, ni se expresaban y aceptaban ciegamente lo que sus líderes les decían. (Todos muy bien portados, sentaditos y atentos al líder, no se nos vaya a molestar).
Aplaudo a todos aquellos que ejerciendo su libertad asistieron a la conferencia y se manifestaron a favor o en contra de Peña Nieto en un ambiente democrático, libre y sin censura; repruebo ( y la verdad me dan vergüenza) a todos aquellos que han querido lucrar con esta manifestación pública y a aquellos que han desvirtuado una expresión democrática por sus pequeños intereses personales.
Octavio Paz tiene una frase que en lo personal me conmueve y creo que aplica a lo sucedido en la IBERO el viernes pasado: "La libertad no es una idea política ni un pensamiento filosófico, ni un movimiento social. La libertad es ese instante mágico que media en la decisión de elegir entre dos palabras: SI y NO".