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Viernes 18 de mayo.- La investigadora principal, Jody Corey-Bloom, profesora de Neurociencia, y directora del Centro de Esclerosis Múltiple de la Universidad de California, en San Diego, y sus colaboradores, dividieron aleatoriamente a los participantes en dos grupos de intervención; en uno de ellos, los integrantes fumaron cannabis una vez al día, durante tres días, y en el grupo control, fumaron cigarrillos de placebo idénticos, también una vez al día, durante tres días. Después de un intervalo de 11 días, los participantes cambiaron de grupo.
“Observamos que fumar cannabis superaba al placebo en la reducción de los síntomas y el dolor, en pacientes con espasticidad resistente al tratamiento, o con contracciones excesivas del músculo”, afirma Corey-Bloom.
Informes anteriores ya habían sugerido que los compuestos activos de la marihuana medicinal son potencialmente eficaces en el tratamiento de enfermedades neurológicas, pero la mayoría de los estudios se centraban en los cannabinoides administrados por vía oral.
Sin embargo, este estudio utiliza una medición más objetiva, la Escala Modificada de Ashworth, que califica la intensidad del tono muscular mediante la medición de, entre otras, la resistencia en el rango de movimiento y rigidez.
El resultado secundario, el dolor, se midió utilizando una escala analógica visual. Los investigadores también estudiaron el rendimiento físico (con un paseo cronometrado) y la función cognitiva, y preguntaron a los pacientes para evaluar su sensación.
Aunque generalmente fue bien tolerado, fumar cannabis tuvo efectos leves sobre la atención y la concentración. Los investigadores anotaron que estudios más amplios, y a largo plazo, son necesarios para confirmar sus hallazgos, y determinar si dosis más bajas pueden resultar en efectos beneficiosos con menos impacto cognitivo.
El estudio actual es la quinta prueba clínica sobre la posible eficacia del cannabis para uso clínico, reportado por el Centro de Investigación del Cannabis Medicinal (CICM) de la Universidad de California. Otros cuatro estudios en humanos, sobre el control del dolor neuropático, también reportaron resultados positivos. (campusmexico.mx)