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WASHINGTON, D.C., 19 de mayo.- En la Casa Blanca, se ha hablado este sábado de España, pero, al menos durante un rato, de su gastronomía y no de su banca. Michelle Obama invitó a comer a las parejas de los líderes del G-8 con un almuerzo especial preparado por el chef José Andrés.
El menú ha consistido en gazpacho español con verduras muy frescas y pescado con espárragos y frutas de Virginia y Maryland para recordar la campaña de la primera dama a favor de la comida sana y cultivada cerca de casa. El viernes, Andrés acompañó a varios empleados a recoger ingredientes en el jardín orgánico que Michelle ha montado junto a la Casa Blanca. Las hojas de la lechuga para la ensalada también provenían directamente de allí. El segundo plato tenía otro toque español: aceite de oliva caramelizado. De postre, Andrés preparó sorbete de mandarina con fresas de Virginia.
La primera dama estadounidense, Michelle Obama, recibe a Hitomi, la esposa del primer ministro japonés, y a Valérie Trierweiler, la pareja del nuevo presidente francés. (AFP)
El cocinero español participa en un programa escolar apadrinado por la primera dama para luchar contra la obesidad infantil en Estados Unidos. De hecho, ha acompañado a Michelle para presentar la campaña también a los estudiantes hispanos.
Michelle ha recibido a sus invitadas y les ha acompañado en una breve visita guiada por la Casa Blanca. El único hombre en la lista, Joachim Sauer, el marido de la canciller Angela Merkel, no ha asistido al evento. La primera dama ha recibido a Valerie Trierweiler, la novia del presidente francés -quien no se separaba de su intérprete- y a las esposas de los líderes de Canadá, Japón e Italia. También estaban las mujeres de Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo, y de José Manuel Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea.
La mayoría de las invitadas han seguido el 'tour' en silencio y han ido trajeadas o con prendas grises y negras. Michelle, más informal y alegre con un vestido púrpura, ha intentado animarlas con sus anécdotas. Por ejemplo, les ha mostrado la habitación donde realizó una carrera de sacos con un presentador de televisión, otra idea para promocionar el ejercicio. La primera dama ganó, por supuesto. (EL MUNDO)