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LONDRES, 2 de junio.- Georgia Davis, una adolescente de 400 kg, tuvo que ser liberada de su propia casa a golpe de maza después de que sufriera problemas respiratorios. Hizo falta una cuadrilla de bomberos además de los paramédicos para poder ayudarla.
Hizo falta una cuadrilla de 40 personas para demoler parte de su casa, ubicada en la localidad galesa de Aberdare, para poder liberarla y llevarla al hospital local. La adolescente de 19 años es la más gorda de Gran Bretaña, informó el sitio The Sun.
La joven está consciente de que debe cambiar totalmente sus hábitos, por salud y por estética.
Después de ocho horas de arduo trabajo, los bomberos lograron tirar abajo parte del techo de la casa, hicieron una abertura de 30 metros cuadrados en una pared medianera y otra interna para poder llegar al dormitorio de Georgia, ubicado en el segundo piso.
Además, los bomberos tuvieron que instalar una rampa para poder bajar a la joven directo a la calle, pero hizo falta una grúa para sacarla de su cama y colocarla en posición para que bajara. "Están pasando muchas cosas en este momento", se limitó a decir Lesley, su madre, que también tiene problemas de sobrepeso.
Días antes del ataque cardíaco, la chica expresó vía Facebook que estaba en cama. "El problema es que no me puedo levantar", dijo, sin aclarar que estaba impedida por su tamaño y no por su voluntad.
Rampa especial construida para poder sacar a Georgia de su casa.
Al parecer, Georgia sentía dolores de pecho y espalda y llevaba varios meses acostada, excepto por las veces que lograba ir al baño. "Estuve sentada 20 minutos en el inodoro y eso duele", expresó a sus allegados.
El caso de Georgia se hizo conocido porque la chica pesaba 200 kilos cuando tenía 15 años y logró bajar 88 en un campamento especial para adolescentes obesos al que asistió en Carolina del Norte, Estados Unidos.
Pero los problemas de la adolescente volvieron junto con sus kilos y en sólo 20 meses llegó a la increíble marca de 400. Desde entonces, no logró bajar de peso nuevamente y la situación se volvió crítica.
La joven está determinada a bajar de peso. Su diagnóstico es de obesidad mórbida consecuente a adicción a la comida.