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MILÁN, Italia, 2 de junio.- En el “papamóvil que Benedicto XVI utilizó desde que llegó el viernes a Milán, junto al chofer se sentó un personaje desconocido. Es Sandro Mariotti, llamado “Sandrone” por su alta estatura, el nuevo mayordomo del Pontífice que reemplaza a Paolo Gabriele, arrestado hace una semana con la acusación de haber robado documentos secretos y que fueron difundidos a la opinión pública.
El nombramiento del mayordomo entrante, 'Sandrone', podría ser oficializado en las próximas semanas. Mariotti (indicado en dos de las fotos con círculo rojo), en imágenes de la llegada del Papa a Linate, uno de los tres aeropuertos de Milán. (La Repubblica)
El papa llegó a Milán a las tres de la tarde con 15 minutos, hora local, a bordo de un Airbus 319 de las Fuerzas Aéreas italianas y fue recibido por las autoridades locales, entre ellas el alcalde Giuliano Pisapia.
'Paoletto' perdió su puesto tan de confianza por su deslealtad al filtrar a la prensa documentos y cartas reservadas del Pontífice y de su secretario.
Benedicto XVI habla sin problemas del escándalo que sacude a los palacios apostólicos y en varias ocasiones ha admitido que todo ello le ha llenado de “tristeza el corazón”, aunque fustigó a los medios de comunicación por ofrecer una “imagen deformada” del Vaticano.
El Papa intenta calmar a los católicos de todo el mundo, desconcertados y preocupados ante las divisiones dentro de la iglesia, y espera también aliviar las tensiones evidentes entre los jerarcas de la Curia Romana, sus ministros, acusados de protagonizar una lucha por el poder.