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LAS VEGAS, 15 de septiembre.- "Julio César Chávez júnior dio una gran pelea, mostró que tiene corazón", manifestó Sergio "Maravilla" Martínez y subrayó que la pelea de anoche "significa volver a creer en el boxeo".
Maravillado por el reconocimiento del público y por su propio poder de recuperación al sobrevivir a un último round de pesadilla ante los puños de Chávez, a quien había prometido noquear "y desfigurar al grado de que ni su familia iba a reconocerlo", mandó un mensaje "a los hermanos mexicanos en la noche del Grito de Independencia. Tuvieron una gran fiesta, todo lo que pagaron y lo que nos apoyaron se los devolvimos en el ring".
Sergio Martínez al final del décimo round contra Julio César Chávez Jr., quien perdió el invicto por decisión unánime.
"¡Que tengan un gran festejo!", remachó.
Al mencionarle un posible duelo de desquite, Sergio afirmó: "Por supuesto, cuando quieran la hacemos, somos profesionales. Feliz cumpleaños a mi madre que los cumple dentro de dos días".
A Julio se le recordó que hace 22 años su padre, JC, noqueó a Meldrick Taylor cuando faltaban dos segundos para concluir el combate efectuado el 17 de marzo de 1990 en el Hilton de Las Vegas, y se le preguntó si creyó que podría repetir aquella épica victoria.
"Desgraciadamente no se pudo, Martínez se movió mucho en toda la pelea. Empecé tarde, en una revancha creo que lo puedo noquear. Mostré a Sergio Martínez que estoy a su nivel y que le puedo ganar; nadie lo había lastimado como yo lo hice. Lo lastimé, me abrazó, estuve a punto de noquearlo, desgraciadamente no pude".
El Júnior agregó: "Es un orgullo pelear el 15 de septiembre, espero que a la gente le haya gustado la pelea. ¡Viva México!". (José Luis Camarillo/Enviado Especial de ESTO)