626 palabras
CIUDAD DE MÉXICO, 15 de septiembre.- El menú para el 15 de septiembre definitivamente puede ser un exceso; sin embargo, es básico que éste dure sólo un día. Como bien saben, 7 de cada 10 mexicanos sufren obesidad en México, según la Secretaria de Salud, básicamente se debe al consumo de alimentos altamente procesados y con gran cantidad de grasas, sales y azúcares.
Definitivamente, los antojitos mexicanos que adornan nuestras mesas suman altos contenidos calóricos, por lo tanto de energía que debe consumirse antes de que se transforme en grasa, “pero” estamos en descanso durante estas fiestas, y si a esto sumamos que dejamos de consumir verduras y fruta, las cuales aportan la fibra...
Para aclarar todas estas dudas y preparar un menú sabio, Campus México entrevisto a la Nutrióloga egresada de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco UAM, Adriana Heslimovich Bautista, quien afirma: “la idea es que las personas no se abstengan de consumir estos platillos, sino que utilicen su inteligencia emocional para alimentarse con conciencia”.
Un buen consejo es desayunar y comer normalmente, hacer una colación antes de ir a la cena donde tendremos alternativas como nopal, lechuga, jitomate o tomate, la tortilla, en todo caso, representa una ventaja porque aporta fibra y calcio.
Heslimovich señala que “si te portas mal estos días de fiesta sin contar con el “recalentado”, podemos subir dos o tres kilogramos, y es que la cena del 15 de septiembre puede superar las 6 mil calorías”, por ejemplo el mole, uno los platillos más peligrosos por sus contenidos altos de grasa: tan sólo dos cucharaditas tienen más grasa que una hamburguesa con queso, entonces cada enchilada puede tener cerca de 320 calorías y 7 gramos de grasa, si le sumamos el queso y la crema, puede llegar a las 1900 en un solo plato. La mejor opción es que no frían las tortillas.
Por supuesto que es posible preparar platillos saludables. El pozole, si es preparado con carne de cerdo baja en grasas y sazonado con diferentes chiles o diferentes hierbas, “no rebasará las 400 calorías, el problema es cuando las personas lo quieren comer con tostadas, queso y crema, entonces elevan el consumo a las 1700 de una sentada” explicó nuestra experta.
O bien ensalada de nopales con pico de gallo. Las quesadillas pueden ser asadas rellenas con queso o alguna verdura y en el mejor de los casos, de frijoles o habas, ya que la combinación de cereales con leguminosas forma un equivalente a las proteínas que ofrecen las carnes.
En cuanto a las bebidas, es recomendable evitar las alcohólicas y optar por las naturales de horchata, jamaica y chía, endulzadas con sustitutos de azúcar. Hay que recordar que la cerveza tiene de 150 a 160 kilocalorías por porción, y esto equivale a un caballito de ron, tequila, whisky u oporto, y es que cada uno de sus gramos tiene 7 calorías. Una cuba con refresco de cola alcanza hasta 400.
En conclusión, “las personas saben lo que sube de peso, la única idea es evitar el abuso, vamos a pensar en alimentarnos con conciencia y de toda la gama de productos podemos elegir lo más sano” recomendó Adriana Heslimovich.
Para más detalle sobre valores nutricionales, en la revista “Pasión por la Cocina” de septiembre Adriana nos da mayores detalles de los platillos, o bien en: @Nutriologa_Ady