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Conforme surgen las sombras van llegando mis fantasmas y debo atenderlos...
Algunos me piden espantarlos, pero el asunto es que no quiero que se vayan, porque siempre me acompañan y me he encariñado con ellos. Los ame cuando vivos y ahora mucho mas porque estan muertos...
Son parte de mi familia y de mi historia. Con algunos he nacido y con otros creci, no es posible ser grosero...
No por morar en ultratumba he de perder las buenas maneras, ni ellos dejan de tener sentimientos. Ademas, me miran como a uno mas de su género, pues a fuerza de estar solo, se ha ido mi corazon muriendo y me he sumido en lo oscuro, lentamente y sin saberlo.
¿Como no amar a mis fantasmas, si me muestran parpadeando el paraiso o el infierno? Asi que verlos llegar y no hacerles la corte y no tener la educacion de ofrecerles una silla o un refresco, se antoja sin lugar a dudas, una soberana falta de respeto.
Lector, sin duda entenderas que se trata de una cuestion de esa buena crianza en que yo creo. Asi que confio en que disculparás: han llegado mis fantasmas y debo atenderlos...