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Artículo de la BBC publicado el 19 de junio de 2012
Los líderes mundiales probablemente se preocupan más actualmente por la crisis de la Eurozona que por cualquier otro asunto.
Pero mientras los gobiernos de la Eurozona tratan de encontrar la mejor forma de salir de la crisis, ¿no están olvidando qué la causó?
Angela Merkel, canciller de Alemania.
Los parlamentarios de la eurozona llegaron recientemente a un acuerdo para tener un sistema fiscal con reglas claras y transparentes. Los líderes de aquella región del planeta acordaron establecer una serie de normas (inspiradas por los alemanes) para limitar el endeudamiento estructural de los gobiernos (con excepción de préstamos adicionales debido a recesiones) a 0.5% del PIB de cada economía anualmente. Además de limitar el endeudamiento total al 3%. La idea de estas reglas es detener el crecimiento explosivo de la deuda y asegurarse de que no exista una nueva crisis financiera.
Theo Waigel, ex ministro de Finanzas de Alemania.
Espere un momento. Otros líderes europeos, los de la década de los noventa, también llegaron al mismo acuerdo, limitar su grado de endeudamiento al 3%, en el año de 1997, justo en el momento en que se estaba formalizando el acuerdo de creación de la Unión Europea. En aquel año se declaró vigente el “Pacto por la estabilidad y el crecimiento” cuyo principal defensor fue el ministro de finanzas alemán, Theo Waigel. ¿Y qué fue lo que pasó?
Italia cumplió las reglas sólo en 3 de nueve años. Alemania, las cumplió durante 5 años, Francia en 6, mientras que España se apegó a ellas todos los años.
Como sabemos, pocos países cumplieron su palabra, la mayoría se dieron a la tarea de acumular deudas anuales superiores al 3%. Italia fue el país que menos cumplió con la regla, sólo lo hizo en 3 de 9 años, le siguió Alemania con 5 de 9, Francia con 6 de 9, únicamente España cumplió los 9 años. Este último país se mantuvo limpio hasta la crisis de 2008, desde 1999 hasta el 2007 los españoles se portaron de forma excelente, manteniendo su nivel de endeudamiento gubernamental en los niveles acordados y no sólo eso, de los 4 países mencionados, España tiene la deuda más pequeña en relación al tamaño de su economía. Grecia se cocina por separado, ya que nunca incorporó la regla establecida por los países miembros de la Unión y se dedicó a manipular las estadísticas relativas a la deuda para poder mantenerse en el selecto grupo de países de Europa. Situación que fue descubierta en el 2009, demasiado tarde para reparar el daño. El problema de Grecia se debe a un endeudamiento excesivo de su sector público.
Costo de préstamos a los gobiernos.
Teniendo en consideración lo anterior, lo lógico sería que Alemania, Francia e Italia estuvieran en serios problemas por exceder su límite de endeudamiento, mientras que España tendría que ser recompensada por su buen comportamiento. Pues resulta que los mercados financieros tienen otras ideas y no han respondido como se esperaba, ya que prestan a los alemanes a tasas históricamente bajas y las agencias calificadores de deuda los clasifican bastante bien desde el inicio de la crisis en 2008. A España, por otra parte, se le considera un país de gran riesgo, similar a Italia.
El total de la deuda por países, comparando el año 2000 con el 2010. En anaranjado, la deuda del gobierno; en amarillo, deuda privada.
Resulta que desde antes del 2008 existió una gran acumulación de deuda en países como Irlanda, Portugal, Grecia, España e Italia; en estos dos últimos el problema no fue la deuda gubernamental, sino la del sector privado (compañías y préstamos hipotecarios). Lo anterior se debió a que las tasas de interés habían caído a mínimos sin precedentes, resultado de un ánimo desbordado respecto a los beneficios de la Unión Europea. El optimismo redujo temporalmente las tasas de interés de los préstamos y los agentes acudieron en masa a los bancos para obtener crédito. El problema fue que la canalización de los recursos no necesariamente era resultado de un análisis serio en relación a la capacidad de pago de los solicitantes, lo que no interesaba mientras se pudiera respaldar lo prestado con dinero público.
Después de constituida la Eurozona en 1999, Alemania se convirtió en un gran exportador, vendiendo más de lo que le compraba al resto del mundo. Esto significó que Alemania construyó un superávit comercial que le permitió tener más ingresos, mismos que se convirtieron en préstamos para los países del sur de Europa.
El costo del trabajo en relación con la productividad.
La deuda es una parte del problema en Italia y España; otra es el incremento de los salarios (en Italia, España y Francia). Mientras que en Alemania se han mantenido parcialmente estancados, gracias a los acuerdos entre empresas y sindicatos, los trabajadores italianos y españoles son menos competitivos que sus pares alemanes, lo que hace difícil que puedan exportar hacia Alemania, fortaleciendo con ello su dependencia y fragilidad económica.
Recapitulando, se tiene que la deuda gubernamental, en aumento desde la crisis financiera global del 2008, tiene poco que ver con la crisis actual de la Eurozona, particularmente en España (Grecia se cuece aparte). Aun y cuando los principales países europeos no infrinjan las reglas de endeudamiento esta vez, esto no evitará necesariamente otra crisis similar.
España e Italia están enfrentando tremendas recesiones, porque ahora nadie quiere gastar. Las compañías y los deudores hipotecarios están ocupados pagando sus deudas y no pueden gastar. Las exportaciones son poco competitivas y los gobiernos –cuyas deudas crecieron devastadoramente desde la crisis de 2008– han acordado también reducir su gasto. Pero...
y la recesión se profundizará, lo que significa mayor desempleo, reducción de salarios; en consecuencia, las personas tendrán mayores dificultades para pagar sus deudas, lo que implica menos gasto de la gente y, en el peor de los casos, el impago de la deuda. Los optimistas seguramente creerán que los menores salarios conducirán a una mejora competitiva de las exportaciones, pero ¿a quién vender, si todos los mercados europeos posibles están en recesión? De ser esta la vía, se anticipan más huelgas, manifestaciones y violencia, junto al nerviosismo en los mercados financieros sobre si su país permanecerá en la Eurozona.
y se arriesga a un colapso financiero. La cantidad con la que se han endeudado los países europeos desde 2008 ha crecido debido al estancamiento económico y el desempleo. Sumado a un deterioro crónico de competitividad vía salarios, los mercados se inclinarán a perder confianza en su país -percibirán su economía como frágil, demasiado débil para pagar la deuda. Mientras, otros gobiernos dentro de la Unión Europea no pueden darle prestado, sumado a un Banco Europeo que tiene restricciones para prestar. Y si ellos no le prestan, ¿por qué lo harían otros?