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Escape del campo 14: la historia de Shin Dong-hyuk
Hambre, profesores brutales y reglas inhumanas. Shin Dong-hyuk creció en un campamento disciplinario. En el libro 'Escape del campo 14', el periodista Blaine Harden relata el destino del joven. Un extracto:
Shin Dong-Hyuk tiene una historia única: en 1982, nació en un campo de prisioneros en Corea del Norte. En 2005, fue la persona en escapar del infame campo 14 y vive para contarlo. (SPIEGEL-Buchverlag/DVA/Blaine Harden)
Un día, sin previo aviso, el maestro registró los bolsillos de Shin y de los restantes cuarenta niños de seis años.
Después de que la revisión hubo terminado, el maestro mostró cinco granos de maíz en la mano. Todos ellos pertenecían a una niña, pequeña, enferma y, según Shin recuerda, particularmente bonita. El nombre de la chica lo ha olvidado, pero todo lo demás que sucedió ese día a la escuela, en junio de 1989, quedó grabado en su mente.»»»
El maestro ya estaba de mal humor cuando comenzó a registrar las bolsas. Cuando descubrió los granos de maíz, se puso furioso.
'Oye, canallita, ¿tú te robaste el maíz? ¿Quieres que te corten las manos?'
El maestro ordenó a la niña a pasar al frente y arrodillarse delante de la clase. Tomó su puntero de madera, largo, y golpeó repetidamente en la cabeza de la niña. Mientras, Shin y sus compañeros miraban en silencio, se le formaron pequeñas hinchazones en la cabeza a la niña. Empezó a sangrar por la nariz. Se cayó al suelo de cemento. Shin y otros estudiantes llevaron a la niña a su alojamiento, en un corral de cerdos cercano a la escuela. Esa misma noche, la niña murió. Una de las reglas del almacén 14 establece: "A todo el que robe o esconda comida, se le matará en el acto."
La propaganda de Corea del Norte representa al gobernante fundador Kim Il Sung como un gobernante benévolo, pero bajo su liderazgo el régimen administraba docenas de campos de prisioneros. Su objetivo: "Los enemigos de clasen debe ser erradicados sin acepción de personas hasta la tercera generación." (SPIEGEL-Buchverlag/DVA/Blaine Harden)
Su hijo Kim Jong Il, quien gobernó el país desde 1994 hasta 2011, siguió el curso de su padre. La propaganda estatal lo presenta como "El amado líder". (SPIEGEL-Buchverlag/DVA/Blaine Harden)
Los maestros de Shin en el campamento 14 eran guardias uniformados que estaban armados siempre con una pistola. Shin atestiguó cómo uno de estos maestros mató de una golpiza con un puntero a un compañero de clase de seis años. (SPIEGEL-Buchverlag/DVA/NKDB)
Los niños constantemente buscaban alimentos, en competencia con las ratas y los insectos. También comían los granos de maíz no digeridos que hallaban en el estiércol de las vacas. (SPIEGEL-Buchverlag/DVA/NKDB)
Shin vio cómo su madre fue ahorcada y cómo fusilaron a su hermano porque intentaron escapar del campo de concentración. (SPIEGEL-Buchverlag/DVA/NKDB)
Después de que Shin delató el plan de escape de su madre y su hermano (sí, los traicionó), lo encerraron durante meses en una prisión secreta subterránea. En ese tiempo tenía 13 años. (SPIEGEL-Buchverlag/DVA/NKDB)
En esta prisión subterránea, los guardias torturaron a Shin poniéndolo sobre una estufa de carbón para saber más acerca de su papel en el intento de fuga de sus familiares. (SPIEGEL-Buchverlag/DVA/NKDB)
Cuando trabajó en una fábrica textil del campo, botó una máquina de coser. Como castigo, le cortaron el dedo cordial de la mano derecha, en la primera falange. (SPIEGEL-Buchverlag/DVA/NKDB)
Shin había aprendido que los maestros normalmente no eran tan estrictos. Cuando descubrían alimentos en el bolsillo de un estudiante, lo castigaron con un par de golpecitos con una vara, y en la mayoría de los casos no hacían nada. Las revisiones a Shin y otros estudiantes eran al azar. La niña que murió por los golpes sólo había tenido mala suerte.
Los guardias y los profesores habían enseñado a Shin que las palizas que le daban eran merecidas, por la sangre de traidor que heredó de sus padres. ¿Pero por qué la tunda mortal a la niña? Para Shin no había duda de que los castigos que le propinaban a él los merecía, eran justos; ¿pero y la niña? Shin se enfureció contra el maestro que había matado a la niña. Shin estaba convencido de que sus compañeros pensaban lo mismo.
Al día siguiente, en la escuela no se habló sobre el incidente. Nada cambió en el aula. El maestro no recibió ningún castigo.
En los cinco años de la escuela primaria, Shin tuvo el mismo maestro, de unos treinta años, uniformado y con pistola. En los descansos entre clases, permitía jugar a los estudiantes. Los sábados, de vez en cuando, no daba una o dos clases y permitía a los estudiantes despiojarse mutuamente. Shin nunca supo cómo se llamaba el profesor.
En la primaria, a Shin se le enseñó a ponerse de pie e inclinarse ante los profesores y nunca mirarlos a los ojos. Al entrar en la escuela, recibió un uniforme negro: pantalones, camisa, chaleco y un par de zapatos. Se les daban prendas nuevas cada dos años, a pesar de que iban rompiendo en un mes o dos.
A veces, a los estudiantes aventajados se los recompensaba con una barra de jabón. Como Shin no era sobresaliente, rara vez conseguía jabón. Sus pantalones estaban rígidos como el cartón, por la suciedad y el sudor. Si había demasiado frío para bañarse en el río o en la lluvia, Shin, su madre y sus compañeros de clase apestaban a ganado. La madre de Shin le cosía ropa interior y calcetines.
La escuela, un grupo de edificios que pueden verse fácilmente en imágenes de satélite, distaba unos siete minutos de la vivienda de Shin. Allí, las ventanas no estaban hechas de vinilo, sino de cristal, el único lujo. Las paredes y el suelo eran de hormigón. El profesor se paraba frente a la clase; los niños y las niñas estaban separados a ambos lados de un pasillo central. No había retratos de Kim Il Sung y Kim Jong Il, que en Corea del Norte están en la pared de cada aula de las escuelas 'normales'.
En el campo 14, se enseñaban las habilidades escolares básicas (alfabetización y aritmética). Hacinados, a los niños se les recordaba constantemente su origen vergonzoso. Los alumnos de primaria tenían clases seis días a la semana. Los de secundaria, los siete días de la semana, con un día libre al mes.
'Tienen que lavar los pecados de sus padres y sus madres, por eso deben ustedes hacer un esfuerzo especial', les decía el director en las juntas escolares.
El lápiz de Shin era un pedazo de madera carbonizada
Mapa que hizo Shin del campo penitenciario 14. Muestra, el lugar donde vivía Shin (1), la plaza de las ejecuciones (2) y por dónde se escapó a la libertad(8). (SPIEGEL-Buchverlag/DVA/Jeffrey L. Ward)
Ruta de escape de Shin a China. Recorrió unos 600 kilómetros a pie, en camiones y vagones. (SPIEGEL-Buchverlag/DVA/Jeffrey L. Ward)
El periodista Blaine Harden se dio cuenta de la persistencia yn la suerte de Shin. Sostuvo con él varias entrevistas y escribió su historia. (SPIEGEL-Buchverlag/DVA/ Jennifer Cho)
El libro "Fuga del campo 14" salió, editado por Spiegel, el 10 de septiembre en Alemania.
A Shin le ha sido difícil la transición a la vida fuera de la cárcel. "Dejé de vivir como un animal", dice. "Pero es un proceso muy lento". (SPIEGEL-Buchverlag/DVA/Blaine Harden)