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KANASÍN, Yucatán, 20 de marzo.- Cansados de no obtener respuesta de las autoridades, vecinos del fraccionamiento Villas Oriente del municipio de Kanasín han constituido grupos de autodefensa ante los robos y la presunción de violaciones a menores en esta zona.
Armados con palos, machetes y otros artilugios de defensa, tomaron la decisión, luego de que la policía municipal declinara patrullar a lo que ellos llaman “tierra de nadie”. Y aunque no utilizan armas de fuego, tomaron la decisión de proteger sus casas y sus precarios bienes con todo lo que puedan tener a la mano.
Kanasín es un municipio conocido como “la capital del panucho” en Yucatán, aunque durante las últimas décadas su fama ha crecido por los giros negros que abundan en la zona.
La mayoría de los habitantes del fraccionamiento “Villas de Oriente” son matrimonios jóvenes económicamente activos, aunque apenas ganan de uno o dos salarios mínimos. Las casas que han logrado obtener vía crédito hipotecario se entregan sin ningún tipo de equipamiento, bardas o protectores, por lo que en numerosas manzanas, más de 30 ó 40 predios comparten el mismo patio, formando un amplio corredor por el que los ladrones y vándalos suelen transitar para cometer robos.
Enlace a vídeo del grupo de autodefensa de Kanasín. Recientemente, el Alcalde priista Carlos Andrade pidió más recursos para seguridad.
El grupo de autodefensa realiza rondines en dos horarios, el primer grupo empieza desde las 11:00 horas y hasta las tres de la madrugada. Luego ingresa el segundo turno hasta que amanece.
Para hacer la vigilancia compraron lámparas y en el grupo de autodefensa también participan las hijas y esposas.
Y aunque Yucatán es considerado el estado con menor índice de violencia, “El Chapitas”, uno de los líderes del grupo, señala que desde hace varios años Kanasín es “tierra de nadie”.
“Ustedes lo están confirmando, en este momento todos hacen lo que les da la gana, por eso estamos aquí haciendo el movimiento de policía vecinal con todos los vecinos para cuidar nuestras pocas pertenencias que hemos logrado reunir”, dijeron.
Aseguran que han mandado peticiones tanto al municipio de Kanasín como a la SSP pidiendo una caseta policiaca o mayor vigilancia, pero hasta el momento no han tenido respuesta.
Están conscientes de que corren peligro; incluso amenazan con llegar hasta las últimas consecuencias en caso de detener algún delincuente y no ver respuesta por parte de la policía:
“Hasta las últimas consecuencias, hasta que las autoridades nos hagan caso y nos vengan apoyar, ya en últimas instancias, hasta armas vamos a comprar como en otros estados, tomar la justicia con nuestra propia mano”, señaló “El Chapitas”.
Son alrededor de 30 vecinos entre hombres y mujeres que participan en este grupo de autodefensa que todos los días recorre las calles.
Armados con palos, machetes y otros artilugios de defensa, tomaron la decisión, luego de que la policía municipal de Kanasín declinara patrullar a lo que ellos llaman “tierra de nadie”.
Otro de los participantes comentó: “Estamos haciendo esto para el bienestar de nuestras familias, hace poco tiempo hubo una violación de una menor en el fraccionamiento y hasta ahora, no se ha solucionado nada, fue por eso que todos los vecinos dijimos ya basta, no tenemos mucho apoyo de la seguridad”.
Las mujeres también participan en los rondines, o desde sus hogares vigilan, tienen silbatos que suenan en caso de que vean a algún sospechoso paseando por la zona.
Aseguran que los robos están a la orden del día y por ello al salir a sus trabajos no se sienten tranquilas.
“Hoy en día sale a uno a trabajar de su casa, y cuando regresa se va con la incertidumbre de saber que al regresar va a encontrar sus cosas de las cuales ha costado con el trabajo obtener”, comentó María, la esposa de uno de los del grupo de autodefensa.
En este municipio aún se recuerda el ataque que un grupo de 300 pandilleros de diversas colonias cometió, el año pasado, al módulo de la corporación policiaca ubicado en el Palacio Municipal, donde apenas 20 agentes se defendieron, desarmados, con escudos protectores.
En total, fueron dañados nueve vehículos: cuatro de ellos oficiales (tres patrullas y una camioneta de Protección Civil) y cinco vehículos particulares, incluido uno del equipo de luz y sonido que amenizaba el baile. Varios agentes terminaron con heridas por las pedradas.
Además, los pandilleros rompieron ventanales de la comandancia, del departamento jurídico y de oficinas de regidores ubicadas en la segunda planta. (Eduardo José Cabrera Ruiz/Corresponsal de Excélsior)