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CIUDAD DEL VATICANO, 19 de marzo.- El presidente de México, Enrique Peña Nieto, confirmó que el Papa Francisco considerará su visita a México luego de la invitación que le hizo, aunque no precisó una fecha en especial, y aseveró que ambos coinciden en los postulados de defender y ayudar a los más pobres, los necesitados y los niños.
Durante el saludo a los jefes de Estado, el Papa recibió a la delegación mexicana, con la que intercambió algunas palabras, todo en español.
El mandatario mexicano saludó este martes a Jorge Mario Bergoglio junto al altar mayor de la Basílica de San Pedro acompañado por su esposa, Angélica Rivera, y dos de sus hijas, después de la misa de inicio de pontificado en la cual participaron unas 200 mil personas.
Según anunció el propio Peña Nieto, en este momento de cercanía lo invitó a visitar México lo antes posible, en una cortesía que fue considerada como una invitación oficial.
En conferencia de prensa posterior, Peña Nieto calificó de "cálida y amable" la plática que sostuvo con el obispo de Roma.
En el encuentro, similar al que mantuvo el vicario de Cristo con los otros jefes de Estado, el Ejecutivo federal "hizo patente el respeto que hay desde México hacia el Papa, hacia el jefe del Estado del Vaticano, con el que México mantiene una relación de respeto".
El pontificado del obispo de Roma número 266 de la historia de la Iglesia católica echó a andar de forma oficial con la solemne misa que Francisco presidió el martes en la plaza de San Pedro ante más de 200,000 personas, entre las que había delegaciones de 132 países (que lo invitaron a viajar a su nación) y organizaciones internacionales, así como representantes de más de 30 comunidades cristianas y líderes judíos, musulmanes y de otras religiones.
Aseguró también que hay una gran coincidencia de su gobierno con los postulados que el máximo jerarca de la Iglesia Católica formuló para trabajar por los más necesitados, los pobres y la niñez.
"Sin duda hay una gran coincidencia con lo que el gobierno de la República está trabajando y a los que se le dará una atención prioritaria precisamente a esos temas", subrayó.
El objetivo es lograr un México en paz, incluyente, alejado de la pobreza y la marginación, así como fortalecer la capacidad de las instituciones del Estado mexicano con el fin de brindar una mayor atención a quienes más lo necesitan.
El Presidente de México intercambió un solideo blanco con el Papa Francisco. El intercambiar el solideo es una antigua tradición católica, que según todo fiel que se acerque con esa indumentaria recibirá una similar de parte del Papa.
Esos son retos de su administración que coinciden con los planteamientos que el santo padre manifestó durante la ceremonia de iniciación, insistió.
El gobernante aseveró que el pontífice genera una gran expectativa frente a los retos de la iglesia y la humanidad, al tiempo que consideró que una eventual visita del papa Francisco a México podría darse en caso de que realice una viaje al continente americano.
El hecho de que "el líder de la Iglesia Católica sea latinoamericano puede representar un referente y ser factor importante de unidad y de integración de la región de América Latina y avanzar en el apoyo de las grandes causas de la humanidad", subrayó el presidente.
Mencionó que el líder de más de mil 200 millones de católicos en el mundo agradeció la presencia de México y se mostró contento.
"Así lo noté, para los mexicanos y especialmente para quienes profesan la religión, la fe católica, y para quienes no, obviamente el liderazgo mundial que le es reconocido al Papa. Resulta alentador y significativo para México que eventualmente aceptara visitar el país".
Ello, subrayó, porque estamos en la construcción de un nuevo ánimo, para lograr mejores condiciones y todo lo que aliente la unidad, la fraternidad y la solidaridad sin duda es positivo y favorable para el país.
El presidente de la República comentó que regaló un solideo al máximo jerarca católico y deseó un próspero papado a quien fuera arzobispo de Buenos Aires, Argentina. (NTX / adnpolitico.com)