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LAS VEGAS, Nevada, 18 de agosto.- La mítica Área 51, en el desierto de Nevada, era el lugar donde, según los adeptos a las teorías conspirativas, el Ejército estadounidense ocultaba las pruebas de la existencia de los ovnis y la vida extraterrestre.
En efecto, la base militar más secreta de Estados Unidos albergaba grandes misterios. Pero no eran extraterrestres, eran aviones espía U-2, según revelaron documentos de la CIA desclasificados el jueves pasado.
En una nota del programa del famoso avión-espía, la CIA afirma que el Área 51, de unos 51 km de largo, fue seleccionada en 1955 para servir de terreno de pruebas de este aparato.
Los aficionados a los ovnis y los que creen en los encuentros con extraterrestres celebran que la CIA haya hecho finalmente este reconocimiento, aunque en los documentos no se mencionan accidentes de ovnis o simulacros de alunizaje.
Durante mucho tiempo, funcionarios federales se mostraron reacios a reconocer siquiera la existencia del Área 51.
Los papeles de la CIA no sólo mencionan al Área 51 por su nombre y describen algunas de las actividades aeronáuticas que se desarrollaron allí, sino que ubican con precisión la base de la Fuerza Aérea en un mapa, a lo largo del lago Groom, que está seco. También hacen referencia a ejercicios realizados por algunos aviones avanzados, pero ninguno en forma de platillo volador.
El Archivo de Seguridad Nacional de la Universidad George Washington hizo una solicitud de información de documentos públicos para obtener la historia de la CIA sobre uno de los proyectos más secretos del Área 51 durante la Guerra Fría, el programa del avión espía U-2.
Jeffrey Richelson, investigador del Archivo de Seguridad Nacional, primero revisó la historia en el 2002, pero todas las menciones de la base habían sido eliminadas.
Así que lo volvió a solicitar en el 2005, esperando recibir más información. De esta manera, hace unas semanas le llegó una versión con las menciones incluidas.
Es poco probable que el informe ponga fin a las teorías conspirativas. El documento de 407 páginas tiene muchas partes censuradas y ¿quién puede decir que esos párrafos no sean precisamente los que hablen de hombrecitos verdes?
Según la nueva versión oficial, desde el U-2 en los años 50, la base fue un polígono de pruebas de varios aviones ultrasecretos, entre ellos el avión espía SR-71 Blackbird, el caza furtivo F-117A y el bombardero furtivo B-2. El área se usó durante la II Guerra Mundial como un polígono para la artillería aérea y se eligió el sitio para la prueba de los aviones espía U-2 y la instrucción de sus pilotos.
Las primeras pruebas de esa nave se hicieron en agosto de 1955. Los aviones U-2, cuyo propósito era el de espiar a la Unión Soviética, todavía son utilizados por la Fuerza Aérea estadounidense. El área en el desierto de Nevada permanece cercada y su espacio aéreo está vedado para las aeronaves civiles.
Desde el inicio de los vuelos de práctica y de entrenamiento, "la elevada altura alcanzada por los U-2 produjo rápidamente un efecto secundario inesperado: el fenomenal aumento de los avistamientos de objetos voladores no identificados", relatan los autores de la nota de la CIA.
En aquella época, los aviones comerciales volaban a una altura de entre 3000 y 6000 metros, mientras que los U-2 alcanzaban 20,000 metros, explican.
"Avistamientos como ésos eran muy frecuentes de parte de pilotos comerciales que volaban de Este a Oeste", cuando el sol estaba casi a nivel del horizonte y el avión permanecía "en la sombra".
Si un U-2 volaba en las cercanías a elevada altura, el sol se reflejaba en sus alas plateadas, haciendo que desde un avión comercial, situado 12,000 metros más abajo, se tuviera la impresión de estar ante un objeto en llamas, señalan. El fenómeno podía también ser apreciado de manera similar desde la tierra.
"Nadie sospechaba entonces que fuera posible que alguien pudiera tripular un avión a 20,000 metros sobre el nivel del mar y por consiguiente ver a un objeto en el cielo a tanta altura", apunta uno de los documentos.
El carácter ultrasecreto del programa U-2 impedía a los funcionarios de la Fuerza Aérea encargados de investigar los avistamientos de ovnis decir la verdad y "responder a quienes les escribían la verdadera razón" de estos fenómenos.
Sin embargo, la versión de los investigadores de fenómenos extraterrestres es que en los hangares de la base se guardan vehículos extraterrestres, pruebas del "incidente de Roswell" -el supuesto accidente de un ovni, en Nuevo México, en 1947- y cuerpos de habitantes de otros planetas.
Pero el informe señala que los aviones U-2 y Oxcart, que vuelan mucho más alto de lo que los civiles pensaban que era posible, representan la mitad de los avistamientos de ovnis durante las décadas de 1950 y 1960.
A partir de el viernes el pueblo de Estados Unidos cuenta con un misterio menos por resolver. Uno que ha sido el origen de un culto hacia todo lo paranormal y que dio pie a toda una saga cinematográfica sobre el supuesto lugar elegido por los extraterrestres para hacer acto de aparición en el planeta Tierra.
Se trata de la famosa Área 51, uno de los secretos más celosamente guardados en el desierto de Nevada, que ayer obtenía por primera vez su reconocimiento oficial.
Según documentos desclasificados de la CIA y dados a conocer por la cadena CNN, muy en contra de lo que millones de fervientes ufólogos sostenían, la famosa Área 51 nunca sirvió para ocultar la nave y el cuerpo de los extraterrestres que se accidentaron en 1947 en un rancho cercano a la localidad de Roswell, Nuevo México. De hecho, la base secreta de dicha área se construyó a inicios de los 50 y entró en funcionamiento en 1955.
Ni tampoco sirvió para estudiar y experimentar con naves capturadas a los extraterrestres por militares de EE.UU. bajo circunstancias siembre nebulosas.
De acuerdo con los documentos desclasificados de la CIA, la denominada Área 51 sólo fue un sitio de prueba para los programas ultrasecretos de los aviones espía U-2 y su sucesor, el A-12, conocido también como Oxcart.
En el expediente obtenido se incluye un mapa con la localización de una de las instalaciones que, durante décadas, fue objeto de intensas pesquisas y especulaciones. Aunque la famosa Área- 51 ya había sido objetivo de obras literarias y de documentales realizados por National Geographic, esta es la primera vez que la CIA decide reconocer su existencia oficial ante el mundo.
Sin embargo, en las más de 400 páginas del reporte desclasificado no se ofrece ninguna información sobre el estatus de estas instalaciones desde 1974. Es decir, la CIA sólo ha querido desclasificar la información apolillada de la Guerra Fría, cuando el Área 51 era un hervidero y un laboratorio de pruebas para los famosos vuelos espía que eran capaces de detectar el movimiento de tropas, armas, silos nucleares y bases militares de la antigua Unión Soviética.
Según la investigación realizada por Anne Jacobsen, en su libro Área 51, historia sin censura de una base ultrasecreta, muchas de las operaciones realizadas en ese lugar eran desconocidas incluso para el presidente en turno de Estados Unidos. En el texto ya se adelantaba lo que han corroborado los documentos de la CIA: que la supuesta existencia de seres extraterrestres o naves alienígenas sólo formaron parte de una leyenda atizada por el avanzado diseño de los aviones U-2 o el A-12.
De acuerdo con testimonios que recabó Jacobsen, el Área 51 se convirtió en laboratorio de naves de combate y armamento. A manera de ejemplo menciona el proyecto Plumbbob, mediante el cual se programó una serie de ensayos con bombas atmosféricas.
Todo ello con el fin de colocar a Estados Unidos a la cabeza de la carrera armamentista con la antigua Unión Soviética, hasta que ésta sucumbió víctima de un acelerado proceso de inanición presupuestaria y un estallido social hacia fines de 1988 y comienzos de 1989.
Datos de la CIA confirmaron esta semana la existencia de la base militar Área 51 en Nevada (EE.UU.), aunque no hallaron rastro de extraterrestres que, según teorías de conspiración, fueron llevados a ese sitio de pruebas de aviones espía.
Los documentos, obtenidos por la Universidad George Washington, incluyen la primera referencia oficial conocida sobre el sitio, creado por orden del presidente estadounidense Dwight Eisenhower a mediados de los 50.
Esos informes desclasificados cubren el programa de diseño, desarrollo y pruebas de los aviones espía de EE.UU. desde la era de la Guerra Fría, cuando Eisenhower aprobó el uso de un salitral en el suroeste de Nevada para ensayos del avión U-2, capaz de volar a gran altura y de cubrir largas distancias.
La existencia del Área 51 no ha sido un secreto, pero el hecho de que el Gobierno nunca reconociese su existencia y que desde allí se realizasen misiones de prueba con aviones cuya estructura no tenía precedentes generó un sinfín de teorías conspirativas, incluida la existencia de tecnología de origen extraterrestre.
Esas teorías sostienen, entre otras cosas, que al Área 51 fueron llevados los restos de una supuesta nave extraterrestre que se habría estrellado en Roswell, Nuevo México, en julio de 1947.
Otra teoría sobre el Área 51 decía que los científicos estadounidenses hicieron en el área experimentos de tolerancia a la radiación sobre prisioneros de guerra japoneses, antes del lanzamiento en 1945 de las bombas atómicas sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki.
Buena parte del material divulgado por la Universidad George Washington ya era conocido para estudiosos como el británico Chris Pocock quien, en un comentario distribuido por la propia universidad, señaló que “casi toda la información revelada está en mis libros”. “Pero el hecho de que el Área 51 se menciona en un documento ahora disponible para el público es notable”, añadió Pocock.
Pruebas. Los primeros vuelos de U-2 ocurrieron en agosto de 1955 y en ese sitio se probaron otros aviones espía como el A-12 y el D-21. Los U-2, cuyo propósito era espiar a la Unión Soviética, todavía se utilizan por la Fuerza Aérea estadounidense.
El área en el desierto de Nevada permanece cercada y su espacio aéreo está vedado para las aeronaves civiles. Los documentos divulgados incluyen referencias al Área 51, con un mapa, así como los nombres de los pilotos de misiones de U-2 con fechas y rutas de los vuelos sobre la Unión Soviética.
También relatan operaciones de U-2 sobre India entre 1962 y 1967 que respondieron a la guerra entre India y China en 1962. (Agencias)