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Kiev (23 de marzo).- Vehículos blindados asaltaron ayer una base aérea ucraniana en Crimea disparando ráfagas al aire, lo que puso de manifiesto una vez más la determinación de Moscú ante las sanciones y esfuerzos diplomáticos de Occidente.
Fuerzas prorrusas irrumpieron en la base de Belbek, cerca de Sebastopol, tras haber amenazado a los soldados ucranianos en el interior para que se rindieran.
Tras las salvas de intimidación, los hombres enmascarados hicieron entrar camiones cargados de soldados, mientras apuntaban con sus armas a los ucranianos, que depusieron sus armas.
Esta demostración de fuerza ha sido la más espectacular desde la llegada de tropas rusas a Crimea, hace tres semanas, y la incorporación de la península ucraniana a Rusia el martes pasado.
En otra base aérea en Novofedorivka, en el oeste de la península, la invasión la protagonizaron unos 200 hombres desarmados que gritaban “¡Rusia, Rusia!”.
Marinos rusos tomaron también el control del único submarino ucraniano en Crimea, el “Zaporijia”, y lo remolcaron hasta la base rusa de Sebastopol.
Las fuerzas ucranianas han mantenido una actitud de resistencia pasiva ante las invasiones de militantes y fuerzas rusas en las instalaciones de la península, que votó su adhesión a Rusia la semana pasada.
Las autoridades de la península rebelde estiman que junto a las fuerzas rusas ya controlan al menos la mitad de las bases ucranianas.- (Agencias)