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México (11 de abril).- El reo mexicano Ramiro Hernández Llanas, ejecutado ayer por la justicia de Texas, aprovechó su última declaración para ofrecer disculpas a la familia del profesor universitario al que asesinó el 15 de octubre de 1997.
“Pido perdón a la familia de mi jefe”, dijo el tamaulipeco de 44 años, sentenciado a muerte por el asesinato del ranchero y profesor Glen Lich en su propiedad del Condado de Kerr, al noroeste de San Antonio, así como por la violación de la esposa de éste.
La ejecución, en la prisión de Huntsville, fue atestiguada por Stephen Lich Tyler, hijo de Glen Lich, y también por dos hermanos de Hernández Llanas, José y Adelita, además de sus amigos Roberto Ramírez Faz y Sheri Lynn Johnson.
“Estoy buscando a un ángel de Dios”, mencionó Hernández Llanas en español, en su declaración final que duró casi cinco minutos y luego de la cual levantó su cabeza y mandó besos a sus hermanos. El mexicano fue declarado muerto a las 18:28 horas de Texas.
El gobierno de México expresó su más enérgica protesta ante la ejecución de Hernández Llanas, el cuarto mexicano que muere por inyección letal en Estados Unidos, en violación al llamado fallo Avena, en el que la Corte Internacional de Justicia pidió revisar 51 casos de mexicanos senteciados a muerte.- (RedPolítica)