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FORTALEZA, Brasil, 17 de junio.- México rompió con los pronósticos y sacó un empate a cero goles contra Brasil en la cancha de la Arena Castealo de Fortaleza, que no dio crédito a lo presenciado con un Guillermo Ochoa en plan de héroe y una escuadra brasileña que no pudo ser certero al frente, pero que al final, ambos equipos salieron en medio de un mar de aplausos.
Imprecisos en los primeros minutos que los metieron en su medio campo, pero certeros cuando se lo propusieron, la Selección Mexicana le comenzó a faltar el respeto a los brasileños, empezaron a atacarlos, lo que puso en evidencia a los locales, que en la figura de Julio César, aún no eran exigidos.
Por su parte Guillermo Ochoa justificaba el porqué de su titularidad al tiempo que era “hostigado” por los brasileños, con el tradicional “eeeeeeehhhhhhhh put……”, cada que hacía un despeje.
Con la motivación del Cielito Lindo, los Oles, México buscaba ir hacia el frente, más con ganas que con orden e idea, pero hacían arribos a la portería, sin que Oribe Peralta y Giovani Dos Santos inquietaran al arquero rival.
México no lograba encontrar la llave para quitarse la presión de Brasil, que cuando iban a recuperar la pelota, ponían en evidencia al conjunto de Miguel Herrera, que denotaba falta de agilidad mental para saber qué hacer con el balón, mismo que perdían o terminaban regalando al oponente, pero el descanso llegó, cuando el árbitro decretó la finalización del primer tiempo y fue un respiro para los nuestros, para replantear la estrategia.
Arrancó el segundo tiempo, el cuadro mexicano ante la barrera que representaba la defensa de Brasil, tomó la iniciativa, fue propositivo, abrió la cancha, obligó al rival a correr y con el disparo de media exigió por momentos a Julio César, en los dos intentos que realzó José Juan Vázquez, y uno más de Héctor Herrera.
México y Brasil buscaban la gloria, pero ninguno asumía el rol protagónico al 100%, ya que por minutos los de Miguel Herrera metían a los de Luiz Felipe Scolari en propio terreno, pero el dominio cambiaba de batuta y la verdeamarelha respondía de la misma manera.
El duelo de estrategias estaba a la orden, Scolari apostó por Bernard desde el inicio de la parte complementaria y con Jo, a la salida de Fred en medio de silbidos, Brasil fue más peligroso, por lo que Miguel Herrera optó por la misma fórmula ante Camerún y en menos de cinco minutos, quemó dos cartuchos con los ingresos de Chicharito Hernández y Marco Fabián, sacando a Oribe Peralta y Héctor Herrera, de actuación discreta este día en Fortaleza.
Chicharito en pocos minutos hizo lo que Oribe no pudo hacer: inquietar a la defensa enemiga. A base de movilidad e ímpetu, obligaba a los brasileños a abrir los espacios y de paso, le sacó una amarilla a Thiago Silva.
El ajedrez en la cancha era intenso, quedaba un cambio para cada uno, Herrera “atacó” primero con la salida de Giovani y el ingreso de Raúl Jiménez, pero de inmediato respondió Scolari con William en lugar de Oscar.
Los minutos transcurrieron y el partido terminó como empezó, empate a cero goles, con un Guillermo Ochoa que se vistió de héroe al salvar en cuatro ocasiones el equipo mexicano y tanto Brasil como México, dejan en suspenso su calificación a la siguiente ronda al llegar ambos a cuatro puntos, pero con Croacia y Camerún con su partido por jugar. (Agencias)