Mérida, Yucatán, 12 de diciembre de 2014.- El día de ayer Yucatán fue nuevamente víctima del mayoriteo de los defensores del ejecutivo. El Partido Acción Nacional a través del Presidente Hugo Sánchez Camargo puntualiza lo siguiente:

La aprobación del paquete fiscal 2015 que incluye otorgar total discrecionalidad al gobernador para hacer uso de los recursos, sin importar lo que el propio poder legislativo establezca en el presupuesto, va en contra de la esencia fundamental de la división de poderes.

El gobernador continúa evidenciando que nos mintió desde el principio, cuando falsamente prometió austeridad, en esta ocasión presentando una modificación al artículo 80 misma que le permite un manejo discrecional de los recursos y la capacidad de hacer cambios en presupuestos etiquetados según sea su conveniencia.

Llevamos dos años observando los gastos excesivos en rubros no prioritarios y el paquete fiscal 2015 no es la excepción, los aumentos en áreas como comunicación social mayores a 77 millones de pesos y en el rubro de servicios personales hay casos inauditos como el del secretario de educación, a quien se le asignan 106 millones a su despacho.

En pleno proceso electivo, vemos al gobernador entrometiéndose en el poder legislativo, que debe ser independiente, para continuar haciendo uso del erario con intenciones de beneficiar a su partido, especialmente en Mérida. Casi 36, 000 millones de pesos estarán disponibles a la orden del gobernador, sin tener que respetar el destino del gasto establecido.

En el PAN lamentamos que el bloque formado por el PRI, el PRD y el PEVM, continúen votando en asuntos importantes sin mayor análisis, respondiendo a los intereses del gobierno príista que como en décadas anteriores tiene el sello claro del autoritarismo.

Nuevamente los yucatecos observamos a un gobernador, que nadando de muertito en un mar de dinero, no encuentra el rumbo para generar el desarrollo de Yucatán. Que haciendo a un lado la participación ciudadana ofrecida, desarrolla en lo oscurito un presupuesto sin visión, que solo soporta las dádivas y los programas asistencialistas.