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TOLUCA, Estado de México, 12 de diciembre.- Padres de dos normalistas desaparecidos en los hechos violentos de Iguala, Guerrero, encabezaron en el Congreso local un “acto solidario”, en el que recibieron respaldo de diversas organizaciones sociales, a la vez de volver a ratificar aquí su exigencia de justicia y de procesamiento de “todos los políticos involucrados”, así como de otros servidores públicos que por acción u omisión tienen alguna responsabilidad.
Acompañados por integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y estudiantes mexiquenses, Bernardo Flores Vázquez, padre del normalista Nardo, de 21 años, y el campesino Óscar Ortiz, padre del estudiante desaparecido Cutberto Ortiz, arribaron a la sede del Legislativo donde recriminaron al Presidente Enrique Peña Nieto el haberles pedido que superaran lo ocurrido a sus hijos.
Indicaron que podrán continuar con sus vidas y superar lo ocurrido “cuando nos hagan justicia, cuando nos devuelvan a nuestros hijos”, señaló Nardo en el salón Benito Juárez de la Legislatura.
A su llegada se desplegó lo que ya se ha constituido como un ritual de los padres en duelo, 43 sillas vacías frente a ellos, cada una con la foto de uno de los normalistas desaparecidos pegadas en el respaldo, y el conteo del 1 al 43 para al final rematar con el consabido grito unánime de “¡justicia!”.
El padre de Nardo también pidió a los asistentes, entre los cuales destacaba un gran número de universitarios, a “no dejar la lucha” para que México deje de ser un país de entierros clandestinos y de miedo.
“Hasta que México sea un país justo, donde podamos salir a las calles, sin el temor de ser levantados, sin el temor de ser asesinados… la lucha tiene que seguir”, señaló.
El campesino Bernardo, quien llegó con una pequeña mochila al hombro y visiblemente cansado y asoleado, al igual que don Óscar Ortiz, rechazaron las acusaciones del Secretario de Marina, Vidal Franco Soberón, de que los padres están siendo manipulados por grupos que tienen otros intereses ajenos a sus demandas de justicia.
Además, reprocharon a las Fuerzas Armadas que no intervinieron para impedir la privación ilegal de la libertad de los 43 normalistas el 26 de septiembre pasado, “¿Dónde estaba el Ejército cuando estaban matando a nuestros hijos?... estaban a unos metros”, dijo Bernardo.
Por su parte, Óscar Ortiz, padre de Cutberto, pidió “no dejarlos solos” ni abandonar la lucha, para que Ayotzinapa se convierta en definitiva, en la “gota que derrama el vaso” y exista un cambio efectivo para México.
Después, estudiantes universitarios realizaron un plantón frente a la sede del Legislativo, y por la tarde-noche, normalistas rurales de la Escuela de Tenería realizaron una marcha por las principales calles de la capital. (El Universal)