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COCULA, Guerrero, 14 de diciembre.- Le llaman La Barranca de la Carnicería; desconocen por qué ese nombre pero de lo que sí están seguros integrantes de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) es que en ese lugar una persona destazada fue calcinada. “¡A un ser humano lo quemaron aquí y hay que saber quién es!”.
La Miembros de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) ubicó el lugar gracias a la información de una supuesta testigo, quien habría informado que también de ahí se veía humo el día en que se presume quemaron a los normalistas.
La UPOEG dice que quien pudo haber sido calcinado en el lugar llamado La Barranca de la Carnicería, localizada a 2 kilómetros del basurero de Cocula, es Alexander Mora, uno de los 43 normalistas desaparecidos a fines de septiembre. (Fotos Cristopher Rogel Blanquet/El Universal)
Una pequeña hoguera en la que se observa leña quemada, restos de llanta, alambres y lo que podrían ser fragmentos de restos óseos es el indicio suficiente para la intervención de la Procuraduría General de la República (PGR), a la que le fue reportado el hallazgo y se espera que el lunes acudan peritos de esa dependencia.
Para Miguel Ángel Jiménez Blanco, promotor de la UPOEG, quien junto con otros de sus compañeros localizaron ese lugar que se ubica a no más de 2 kilómetros del basurero de Cocula, su teoría es que quien pudo haber sido calcinado ahí es el estudiante de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, Alexander Mora Venancio, uno de los 43 normalistas desaparecidos entre el 26 y 27 de septiembre por la organización criminal Guerreros Unidos.
“Encontramos indicios que ahí quemaron. Encontramos restos de huesos, piedras, observamos que utilizaron llantas… Nadie va a venir a quemar un animal aquí. La teoría es que a Alexander no lo quemaron en Cocula, sino en otro lugar y creemos que fue aquí. Los restos en el río fueron sembrados”, asegura el guía.
“Desde hace ya más de un mes nos habían señalado este lugar. Un testigo ocular nos dijo que las llamas no fueron en el basurero”, comenta Miguel Ángel durante un recorrido en el que El Universal participó.
UPOEG ubica el lugar. Luego de buscar por 15 días, uno de los integrantes de la UPOEG fue quien ubicó la pequeña hoguera y le dio aviso a Jiménez Blanco.
Se trata de un albañil que lleva viviendo 35 años en Cocula, por lo que asegura que conoce muy bien las zonas montañosas.
A decir de él, primero fueron versiones de los pobladores que vieron ese día las llamas, y luego de 15 días de búsqueda, se encontró el sitio.
Pero no sólo fue la pequeña fogata, sino que metros más arriba encontró dos lugares en donde la tierra fue removida.
Él no tiene familiares desaparecidos, pero se unió a la búsqueda con el único propósito de ayudar.
“Nadie va a escarbar aquí por estar tonto, quien lo hace es porque busca un tesoro o porque quiere esconder algo”, explica.
Durante el recorrido, Miguel menciona que “ya habíamos buscado el lugar pero no lo encontrábamos; dimos varios rondines”.
Lo que los hizo adentrarse a esa área fue que en la entrada encontraron evidencia de que alguien había estado ahí. Una botella de whisky y ropa fueron los objetos para indagar en la zona de La Barranca de la Carnicería.
De acuerdo con el promotor de la UPOEG, testigos le informaron que aquel día que se presume fueron calcinados los 43 normalistas de Ayotzinapa, el fuego no se originó en el basurero, sino más abajo. Precisamente en el nuevo lugar ubicado.
A decir de Jiménez Blanco, quien comenzó la fogata en el nuevo sitio, supo lo que hacía pues controló el fuego; además que los huesos más grandes, como el cráneo, fue movido del lugar para desaparecerlo.
“Encontramos piedras, encima llantas y leña. Puede ser que la persona fue quemada en pedazos, pero lo que sí sabemos es que los huesos más grandes se los llevaron. Si observan la lumbre no está extendida, fue controlada”, comenta.
"Los restos [de Alexander] dicen que fueron encontrados en el río —continúa—, pero sabemos que el cuerpo fue manipulado, no decimos que fue el Gobierno, pero sí fueron manipulados".
Durante la explicación, Jiménez Blanco advierte que en Cocula desaparecer a personas se daba sin que las autoridades hicieran algo para impedirlo, pero lo sucedido el 26 y 27 de septiembre con los 43 normalistas fue la gota que derramó el vaso, porque los familiares y estudiantes de Ayotzinapa no se quedaron callados.
Habitantes de Cocula e integrantes de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) dieron a conocer un nuevo hallazgo de restos humanos ayer sábado.
El vocero de los activistas de la UPOEG, Miguel Ángel Jiménez, dijo que los restos fueron encontrados en un terreno donde hay señas de que se hizo una hoguera y se esparcieron huesos. El lugar se ubica a aproximadamente 15 kilómetros del basurero donde la PGR halló dientes, pedazos de huesos y cenizas.
Explicó que dieron con el lugar por aviso de los vecinos, quienes aseguraron a la UPOEG que en ese sitio también observaron fuego y humo hace unos dos meses.
Jiménez no descartó que se trate de un montaje, por esa razón es que ya se dio parte a las autoridades encargadas de realizar la revisión del lugar.
Señaló que es posible que hayan dividido al grupo de normalistas de Ayotzinapa para quemarlos.
No obstante, el vocero de los activistas de la UPOEG que participan en la búsqueda de los normalistas subrayó que no hay nada oficial hasta que la PGR acuda al lugar.
Se anunció que mañana -por hoy- se realizaría un recorrido por parte de familiares de desaparecidos y miembros de la UPOEG, además de que mañana lunes acudirán peritos de la PGJE y PGR. (El Universal/APRO)