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LONDRES, 30 de julio.- Una polémica con el cronometraje oficial marcó el final de la segunda semifinal de la prueba de espada femenina de los Juegos de Londres, en la victoria de la alemana Britta Heidemann ante la sudcoreana Shin A Lam, que se negó durante una hora a abandonar la pista.
Finalmente, recibió la visita de los jueces, que le comunicaron que su derrota estaba confirmada, pero ella continuó negándose a abandonar la pista, pero sí que lo hizo después de que un segundo responsable fuera a hablar con ella. El público, eso sí, la despidió con grandes aplausos.
Britta Heidemann al conseguir la confirmación de su victoria. (Getty Images)
Shin A Lam rompe a llorar en el suelo. (Getty Images)
El cronometraje era el motivo de la discordia y la asiática se plantó en el lugar, mientras los responsables de su equipo intentaban que la Federación Internacional diera marcha atrás, algo que finalmente no ocurrió.
Postrada, llorando y sentada en el suelo, la surcoreana no aceptó la decisión del comité técnico, que contó como válido el último toque conseguido por Heidemann, que fue declarada vencedora por 6 a 5 tras una prolongación.
Dos momentos del encuentro. (AFP / AP)
La surcoreana y su entrenador consideraron que la alemana había utilizado más del segundo que quedaba oficialmente en el reloj para marcar su punto. La surcoreana hubiera ganado el encuentro si se hubiera terminado en empate, ya que poseía la prioridad.
Volvió a la pista para luchar por el bronce, pero perdió ante la china Sun Hujie y quedó finalmente cuarta, rozando las medallas.
El hecho de que la esgrimista surcoreana continuara una hora en la pista, sentada sola en el centro, retrasó los horarios del programa.
La megafonía del pabellón ExCel, donde tienen lugar las competiciones olímpicas de esgrima, mantuvieron informados regularmente a los espectadores de los retrasos, mientras el público se dividió entre aplausos y abucheos, pero con más apoyos para la surcoreana en su protesta (AFP)
Tras una hora lograron convencer a la sudcoreana de abandonar el campo de juego. (AFP)