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KABUL, 14 de agosto.- Al menos 39 personas, la mayoría civiles, murieron este martes y 88 más resultaron heridas en una cadena de atentados suicidas perpetrados en distintos puntos de Zaranj, capital de la provincia meridional afgana de Nimroz, y en Kunduz, norte de Afganistán informó una fuente policial.
Según explicó el jefe de la policía provincial, Mohamad Musa Rasouli, tres explosiones causadas por terrorista suicidas sacudieron Zaranj, dos de las cuales se registraron en el centro de la urbe, junto a la sede de una emisora de radiotelevisión y en un concurrido bazar, mientras que el tercer ataques ocurrió en la entrada del principal hospital de Zaranj.
La OTAN mantiene en Afganistán unos 130,000 soldados bajo las órdenes de EE. UU. para combatir a los talibanes. (Foto Reuters)(
El balance provisional de víctimas mortales de este atentado es de 29 personas, 25 de ellas civiles y cuatro policías, indicó el mismo oficial a la agencia local de noticias AIP.
De acuerdo con su versión, los atentados fueron coordinados y causaron también heridas a 50 civiles y a 10 agentes, que fueron trasladados a un hospital por las fuerzas de seguridad.
Según fuentes policiales, la cadena de atentados suicidas tuvo lugar después de que las fuerzas de seguridad afganas mataran en la misma ciudad a tres insurgentes equipados con explosivos que planeaban cometer acciones similares.
Además, las autoridades habían detenido un día antes a otros dos potenciales terroristas suicidas.
Por otro lado en Kunduz, al norte de Afganistán, diez civiles afganos murieron y 28 más resultaron heridos al explotar una bomba en un concurrido mercado.
El atentado ocurrió en el distrito de Dasht-e-Archi, donde decenas de personas se habían congregado para realizar compras con motivo del Eid-ul-Fitr, una festividad que esta semana marcará el fin del mes sagrado islámico de ayuno o Ramdán.
En 2011 se registró el mayor número de civiles muertos
Cabe señalar que los talibanes recurren habitualmente a bombas colocadas en los caminos y a atentados suicidas en su lucha contra las autoridades afganas y las fuerzas internacionales, y esta primavera abogaron por lanzar un mayor número de ataques coordinados.
Los civiles son un colectivo muy vulnerable en la guerra afgana, que ya dura más de una década desde la invasión de EEUU y caída del régimen integrista talibán a finales de 2001.
Según la ONU, en 2011 perdieron la vida tres mil 21 civiles a causa del conflicto, la mayor parte en acciones atribuibles a la insurgencia.
Esa cifra es la más alta desde que el organismo multilateral comenzó a registrar este tipo de datos hace cinco años. (EFE)