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BORJA, Zaragoza, 23 de agosto.- Cecilia Giménez nunca pensó que su obra de arte fuera a dar tanto que hablar. Su peculiar restauración del Ecce Homo de Borja (Zaragoza) está dando la vuelta al mundo y son tantos los fans que desean ver su pintura, que la iglesia del Santuario de Misericordia se ha convertido en un auténtico lugar de peregrinación.
A la obra la llaman ahora 'el ecce mono'.
Nadie quiere dejar pasar la oportunidad de ver, con sus propios ojos, el fresco. Tanto es así que los turistas tienen que hacer cola para poder fotografiarse con el nuevo Ecce Homo. Incluso hay hasta quien frota los boletos de lotería en la pintura por si le trae buena suerte.
Ahora, mientras que el Ayuntamiento estudia cómo poder restaurar el fresco, miles de personas piden por Internet que se deje tal cual, con la obra de la octogenaria que ha elevado a Borja a la fama.
La gente entrando al Santuario de Misericordia. Hay una recogida de firmas, dirigida al Ayuntamiento de Borja y encabezada por el internauta Javier Domingo, que busca mantener tal y como Cecilia Giménez restauró, desde su buena voluntad, la obra del artista Elías García Martínez.
Según la petición, el "osado" trabajo realizado por esta vecina de la localidad "supone un inteligente reflejo de la situación política y social de nuestro tiempo", además de "combinar inteligentemente el expresionismo primitivo de Francisco de Goya, con figuras como Ensor, Munch, Modigliani o el grupo Die Brücke, perteneciente a la corriente artística del expresionismo alemán".