CARACAS, 25 de agosto.- Una gran explosión en la mayor refinería de Venezuela causó el sábado la muerte de al menos 39 personas e hirió a más de 50, obligando a detener completamente la planta, en el más letal accidente que ha golpeado a la industria petrolera del país miembro de la OPEP.

Grandes columnas de humo negro y llamas de baja intensidad se observaban varias horas después de la explosión, que se inició en una esfera de olefinas y se propagó a nueve tanques de combustible, pero el ministro de Energía, Rafael Ramírez, aseguró que el fuego se redujo apreciablemente y descartó la necesidad de declarar fuerza mayor sobre los embarques.

Un bombero rescata a un pequeño de la cercanía de la tragedia. (EL NACIONAL)

"Todo (el incendio) está confinado al patio de tanques, no hay unidades de proceso afectadas. Ya se apagó el fuego de la esfera principal", dijo Ramírez a Reuters vía telefónica.

La refinería de Amuay, la más grande del país con 645,000 barriles por día (bpd) de capacidad, es uno de los principales puntos de exportación de derivados del país, principalmente a Estados Unidos, y forma parte del Centro Refinador Paraguaná (CRP), el segundo mayor del mundo.

Así se vio la explosión duranmte la madrugada (Foto: Facebook - Michaell Sánchez)

El también presidente de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) agregó que la instalación reiniciará labores en los próximos dos días y no se verán afectadas las exportaciones ni el mercado interno, pues se cuenta con 10 días de almacenamiento de combustibles en el circuito local de refinación.

Fuentes navieras dijeron a Reuters que las labores de carga y descarga también están paralizadas, pues los muelles de Amuay fueron cerrados temporalmente por seguridad. Sólo dos tanqueros cargados con crudo y derivados pudieron partir antes del accidente, por lo que una decena de buques fueron remolcados a las afueras de la bahía adyacente al complejo.

Las fuentes consideran que pese a las medidas tomadas por las autoridades, el suceso causará demoras en las exportaciones y en el cabotaje que se realiza para suplir al mercado interno.

"Hemos continuado la remoción de escombros y hemos encontrado más cadáveres. Hasta el momento, suman 39 los fallecidos por la explosión (18 de ellos eran miembros de la guardia nacional)", dijo el vicepresidente Elías Jaua en un informe emitido por televisión.

Autoridades pidieron evitar compras nerviosas de combustible e hicieron un llamado a las comunidades a mantenerse alejadas.

El presidente Hugo Chávez decretó tres días de duelo nacional y envió condolencias a las familias de los fallecidos, que en su mayoría eran funcionarios de la Guardia Nacional.

"Un profundo dolor embarga mi corazón (...) Estamos muy conmovidos con esta tragedia, es muy lamentable y dolorosa", dijo el mandatario en una comunicación telefónica con VTV.

Con las proximidad de las elecciones presidenciales del 7 de octubre, este accidente podría tener un alto impacto político, dependiendo de la habilidad que tenga el Gobierno para resolver la crisis y atender a las familias afectadas.

"Chávez hace lo adecuado en situación de crisis. Se presenta al país, decreta duelo nacional y se solidariza con las víctimas", dijo el analista Luis Vicente León, presidente de la firma Datanálisis, a través de su cuenta en Twitter.

Una panadería cercana (Foto: Facebook - Michaell Sánchez)

Henrique Capriles, candidato opositor a las elecciones, lamentó la pérdida de vidas humanas y pidió por "la recuperación de todas las personas que han resultado heridas".

Operaciones en resguardo

Ramírez explicó que las condiciones climáticas, en medio de una prolongada lluvia, contribuyeron a que se conformara la nube de gas que desató el incendio cerca de la 01.00 hora local.

"La onda explosiva fue de una magnitud importante, de manera tal que hay daños apreciables en infraestructura y viviendas que estaban frente a la refinería", explicó Ramírez.

El funcionario dijo a Reuters, sin embargo, que la situación operacional está bajo control, por lo que no ve la necesidad de declarar fuerza mayor sobre los embarques de PDVSA.

Se han producido tres explosiones (Foto Gil Montaño / Últimas Noticias)

Agregó que se buscan alternativas para compensar el daño que sufrieron los tanques, entre ellas la conformación de una red de almacenamiento flotante en los alrededores del CRP y el incremento de la operatividad de otras refinerías locales.

Un ex trabajador de seguridad de procesos del CRP dijo a Reuters en calidad de anonimato que hubo impericia en el manejo de la crisis, pero agregó que desde el punto de vista operacional aún queda margen de maniobra, pues la vecina refinería de Cardón tiene mayor capacidad de almacenamiento.

Por su parte, el gerente general del CRP, Jesús Luongo, aseguró que el fuego está confinado a dos tanques, uno de ellos de nafta, y añadió que en las "próximas horas" se prevé extinguir las llamas.

Autoridades no descartan que se produzcan otros incendios menores y explosiones debido a las elevadas temperaturas.

El suceso, que fue calificado por las autoridades como "fortuito" y "tremendo", afectó principalmente un destacamento de seguridad de la Guardia Nacional.

"Esa instalación estaba demasiado cerca (de las áreas operacionales)", dijo Ramírez sobre el puesto de seguridad, que había sido reubicado en medio de la expansión del complejo.

Un trabajador de Protección Civil dijo que unas 210 casas fueron afectadas por la explosión. Las operaciones en los aeropuertos cercanos fueron cerradas y solamente se permiten vuelos para evacuar a los heridos.

"Nunca vimos algo así. Pensé que era un terremoto, pero de una vez se vio el fuego. Salí hasta Coro con mi familia, mi esposa y tres niñas, regresamos al mediodía cuando se dijo que estaba controlado, pero no creemos que sea así", comentó José Jesús López, residente del sector desde hace 35 años, quien como muchos pobladores huyeron hacia la ciudad más cercana.

"El calor sale de la carretera, la casa está llena de cenizas y se salieron las ventanas y puertas", añadió.

El accidente es el peor en la serie de numerosos incidentes operacionales que ha sufrido PDVSA en los últimos años. Fallas frecuentes de energía y demoras en los mantenimientos afectan el volumen de exportaciones de Venezuela, el mayor exportador de crudo de Sudamérica.

En el 2004, un incendio de grandes proporciones en la terminal La Salina en Maracaibo dejó cerca de una decena de muertos y en el 2010 el fuego consumió varios tanques en un terminal de almacenamiento de PDVSA en Bonaire. (REUTERS)