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Martes 4 de septiembre.- La Organización Médica Colegial (OMC) y la Fundación Kovacs han presentado una campaña, en coincidencia con el inicio del curso escolar, en la que se incide en la práctica de deporte en el ámbito familiar para prevenir dolores de espalda. Según informes publicados, el 50.9 por ciento de los niños y el 69.3 por ciento de las niñas ha padecido un dolor de espalda antes de cumplir los 15 años, una circunstancia que al llegar a adultos puede cronificarse e incluso condicionar su salario, cobrando menos que quienes no han sufrido estos dolores durante su infancia.
Así lo ha asegurado el presidente de la Fundación Kovacs, Francisco Kovacs, en referencia a los resultados de un estudio realizado en Noruega. Dicha investigación reveló que aquellos ciudadanos que de niños habían padecido algún problema de espalda tenían sueldos más bajos que el resto, lo que podría deberse a una «menor productividad» asociada a los problemas de espalda sufridos durante la infancia, informa Europa Press.
Según ha explicado Kovacs, esto muestra la importancia de prevenir unos dolores cada vez más frecuentes a edades más tempranas, y cuyo origen está en el peso de las mochilas que llevan al colegio o en la falta de ejercicio físico y la vida sedentaria que predomina en el día a día de los menores.
La campaña se centra en la distribución gratuita entre los niños de 8 años de una publicación que contiene las medidas que han demostrado disminuir el riesgo de estas dolencias y reducir su duración, tales como evitar el reposo en cama, acostumbrarse desde niño a hacer ejercicio de manera habitual o asegurar que el peso de la mochila no supera el 10% del peso corporal del escolar.
El presidente de la OMC, Juan José Rodríguez Sendín, ha afirmado que «es importante que papá y mamá hagan deporte» porque eso animará a sus hijos a hacerlo, además de que «no les vendrá mal a ellos».
«La evidencia científica disponible demuestra que los hábitos de los padres influyen en los de los hijos y les pueden ayudar a acostumbrarse a hacer ejercicio físico de manera habitual y mantenida a lo largo de su vida», ha agregado Francisco Kovacs, presidente de la Fundación. El ejercicio físico previene los trastornos de espalda y de hecho «es la principal medida que ha demostrado ser eficaz con ese fin».
Según el investigador, una musculatura «potente, resistente y coordinada» protege el resto de las estructuras de la columna vertebral y reduce la carga que soportan. El experto ha expuesto varios estudios científicos que demuestran que la actividad física es necesaria desde edades tempranas para que la columna vertebral adquiera su forma definitiva.
Así, ha recalcado que realizar ejercicio físico de forma periódica aumenta la probabilidad de que si aparece dolor sea de corta duración y tenga un impacto menor en la actividad cotidiana.
La incidencia de las patologías de espalda aumenta a partir de los 10 años, por lo que la campaña de prevención se centra en los escolares de menor edad. El doctor Kovacs ha destacado que el peso de la mochila no debe supere el 10 % del peso corporal del escolar.
«Para ello, lo ideal sería reducir el peso de la carga que transportan mediante la instalación de taquillas en los colegios o fraccionando cada libro de texto en diversos volúmenes, o instaurando de una vez la enseñanza en soportes electrónicos», ha puntualizado.
Una alternativa a la mochila tradicional es la que tiene ruedas, ya que si el estudiante tiene que cargar, lo mejor es que la espalda no soporte ese peso.
Si la bolsa es de tirantes, ha concluido Kovacs, lo mejor en edades tempranas es situarla relativamente baja, en la zona lumbar, tan cerca del cuerpo como sea posible, y sujeta con un cinturón de manera que no se bambolee.
—Cuando se sufre dolor de espalda, el reposo en cama es perjudicial, pues facilita que el dolor se prolongue y reaparezca en el futuro. Si en algún momento el dolor obliga a tumbarse, es aconsejable que sea tan breve como sea posible; a partir de 48 horas de reposo mantenido en cama comienza a perderse fuerza y tono muscular.
—Debe realizarse ejercicio de forma habitual y continuada, al menos dos veces por semana. Esto desarrolla la fuerza, resistencia y coordinación muscular, y aumenta su resistencia a las cargas excesivas.
—Conviene que el hábito del ejercicio y el deporte se inculque desde edades tempranas en el seno de la familia. Los hábitos de los padres influyen en los de sus hijos, y resulta más fácil mantener de adultos los hábitos que se adquieren en la niñez.
—En el caso de deportistas a nivel competitivo, es preciso seguir estrictamente las pautas del entrenador, ya que la práctica continuada de ciertos deportes a nivel competitivo y sin el entrenamiento adecuado, ha demostrado aumentar el riesgo de que aparezca dolor de espalda.