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BOGOTÁ, 3 de diciembre.- Si su salud física se lo permite, José Libardo Rojas, de 57 años, cumplirá una pena de 72 meses por el delito de atentar contra la salud pública al propagar el virus de inmunodeficiencia humana (VIH).
Rojas, conductor de un camión, fue notificado de padecer el virus del VIH en el año 2006. El sábado pasado, la Policía Metropolitana de Bogotá (Metropol) lo capturó atendiendo una orden del juzgado primero municipal de Cúcuta .
“Las investigaciones que llevaron a saber de las andanzas de este hombre empezaron en el 2007, cuando accedió carnalmente a una menor de 16 años en la capital de Norte de Santander”, señaló la Policía.
José Libardo Rojas, de 57 años, fue capturado en Bogotá por atentar contra la salud pública.
La joven, que era virgen en el momento de la violación, después resultó estar contagiada del virus del VIH/sida.
Luego de las investigaciones, las autoridades comprobaron que, a pesar de que conocía su condición de salud –se sometió a los exámenes y tratamientos ordenados por el régimen de seguridad social para este tipo de virus–, Rojas no siguió las recomendaciones médicas y, además, “prosiguió en una vida sexual incontrolable, que a la fecha tiene a más de 50 mujeres en riesgo de ser portadoras del VIH”, dijo la Policía.
Según la información que el mismo Rojas le suministró a la Policía, su actividad de conductor le facilitó estar con mujeres de Cúcuta, Pamplona, Arauca, Bogotá y municipios de Cundinamarca.
Para el médico psiquiatra Rodrigo Córdoba, “un personaje con este tipo de actitudes, en las que se les hace daño a los otros sin medir sus límites ni sentir ningún tipo de culpa o preocupación por las consecuencias de sus actos, padece de un trastorno de personalidad antisocial”.
Según Córdoba, aunque en este caso hubo un claro detonante (haber sido diagnosticado como seropositivo), “el terreno estaba abonado con la personalidad antisocial porque no a todos los que les dan esta noticia salen a hacer lo mismo”. Agregó que, en este tipo de situaciones, “todas las perspectivas de mejoría son muy limitadas. Él debería estar recluido porque tiene capacidad de causar mucho daño”.
Sin embargo, debido al deterioro de su salud, Rojas fue trasladado al Hospital Universitario Mayor Méderi.
Además de la agresión de acceso carnal violento, José Libardo Rojas tenía orden de captura por haber violado el artículo 370 del Código Penal Colombiano, que establece que “el que después de haber sido informado de estar infectado por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) o de la hepatitis B realice prácticas mediante las cuales pueda contaminar a otra persona, o done sangre, semen, órganos o, en general, componentes anatómicos, incurrirá en prisión de 6 a 12 años”. Según la información de la Metropolitana, en el caso de Rojas la pena sería de 72 meses. (eltiempo.com)