Reflexionando sobre el tema, mirando la realidad política de nuestro país y el particular de nuestra ciudad y el estado, me he dado cuenta de que la visión de la realidad de la clase política mexicana obedece a su filiación partidista, a su conveniencia de grupo.

Si le preguntamos a un político de determinada filiación partidista, este nos describe la realidad sociopolitica según su prisma partidista; si es azul, entonces este responde al filtro de realidad azul, si es rojo, entonces la realidad será de este color.

Parte de los problemas que nos aquejan como sociedad, provienen de esta visión miope y distorsionada de la realidad social, desde la perspectiva de los políticos o todo es azul, rojo, o amarillo. Izquierda o Derecha, Blanco o Negro. Esta limitada visión no nos ha dejado crecer hacia la sociedad democrática que deseamos.

Si se presenta un problema en la ciudad, en el estado, en el país, si la solución emana de una propuesta de determinado partido, entonces el partido opositor desde su prisma de realidad observa las deficiencias y realiza planteamientos según la conveniencia del grupo al que representa.

Debemos, como sociedad, hacer objetiva nuestra visión de la realidad, sobre todo en los asuntos de la cosa publica. Y son funcionario y los políticos, los primeros que deben mirar desde una nueva perspectiva objetiva y plantear soluciones a los problemas que nos aquejan.

Los políticos debieran mirar con el único prisma valido, el interés general de la sociedad. Si los problemas son planteados desde esta perspectiva y las soluciones ideadas con el objetivo de satisfacer el interés general de la sociedad, avanzaremos a otros estados de democracia.

Sí es posible una visión objetiva de la política. Es en la sociedad civil, en donde se debe generar esta nueva forma de hacer la política, mirando al interés general de la sociedad desde una perspectiva realista, que genere diálogo para encontrar la mejor solución a los problemas que aquejan al país, al estado y a la ciudad.