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MEXICO, D.F., 22 de enero.- A las seis de la tarde la muerte ronda el penal de Huntsville, pues es a esa hora se realizan las ejecuciones que el Estado de Texas efectúa.
El cuarto azul de cuatro metros de ancho por 8 de largo tuvo el año pasado 16 visitantes.
Éste cuenta con dos ventanas, una que da hacia las dos salas de testigos, en un lado se pone a los familiares de la víctima y por otro los del sentenciado, el otro cristal da hacia el cuarto donde se encuentra el personal de la cárcel.
Cerca a la sala ejecuciones está la celda donde los presos pasan sus últimas horas.
La inyección letal que se usa en el Estado de Texas está compuesta por tiopental sódico, bromuro de pancuronio y cloruro de potasio.
Estos químicos actúan de la siguiente manera: el tiopental es un sedante de acción rápida que hace perder el conocimiento al reo, el bromuro de pancuronio paraliza el diafragma impidiendo la respiración y el cloruro de potasio provoca el paro cardíaco, este proceso tarda alrededor de 15 minutos.
En el techo blanco de la sala, justo a la altura del rostro del sentenciado, se encuentra un micrófono negro, que permite escuchar a los testigos las últimas respiraciones del reo.
La cama cubierta con una sábana blanca, cuenta con 7 cinturones de cuero de 10 centímetros de ancho para sujetar al preso, y una almohada.
Durante la ejecución en la sala permanecen además del reo, el director de la prisión que se coloca a un lado de la cabeza del preso, un capellán (si es que el sentenciado lo solicita) que se ubica frente a los pies del reo, el vocero y los asistentes de ejecución
Los administradores de la dosis que se ubican en el cuarto contiguo de color beige no son médicos ni enfermeros, es personal de la cárcel. El doctor que decreta la muerte del preso se encuentra junto a ellos y entra a la sala aproximadamente 15 minutos después de la aplicación de las mezclas.
La última comida del preso se sirve a las 2 de la tarde, si es que él desea hacerla.
Antes de que le sean inyectadas las tres sustancias mortales, el reo tiene la oportunidad de decir sus últimas palabras.
En el cuarto contiguo, también se encuentra un teléfono en caso de que un recurso de apelación haya sido aceptado o el gobernador llame para otorgar el indulto o la extensión de la fecha de ejecución.
Esta tarde el mexicano Edgar Tamayo tiene programada su ejecución por el asesinato del policía estadounidense Guy Gaddis. (Agencias)