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ACAPULCO, Guerrero, 3 de abril.- La mejora en el Estado de Derecho, el crecimiento económico y la estabilidad del país son tres “ingredientes” fundamentales para mantener un ritmo de crecimiento saludable del crédito en los próximos diez años.
En el marco de la 77 Convención Bancaria, Javier Arrigunaga, presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), indicó que la banca requiere de esos tres elementos para aumentar el financiamiento al sector privado, el cual va de la mano del desempeño de la economía.
Planteó que los banqueros prevén que con las reformas estructurales se impulsará el crecimiento del país.
“El gran reto que tiene el país es que se haga realidad una mejora en el Estado de Derecho”, pues eso permitirá que la banca cumpla con su papel de otorgar más crédito de manera responsable.
La Banca, recordó, requiere de un marco legal más marginal, que le permita sostener el ritmo de crecimiento que ha mantenido el crédito durante los últimos años, el cual ha crecido en promedio tres veces más que el Producto Interno Bruto (PIB).
“Disponemos de un capital apalancado de 680 mil millones de pesos para otorgar diferentes tipos de créditos a quienes lo soliciten”.
Sin embargo, para ello se requiere que el país crezca y existan las condiciones legales que ofrezcan una mayor certidumbre jurídica a la banca.
Por lo anterior, la aplicación adecuada de la reforma financiera, junto con los demás cambios estructurales, permitirán que la penetración del crédito como proporción del PIB se ubique en un rango de 48 a 50 por ciento en los próximos diez años, pues actualmente representa 27 por ciento.
Si bien este objetivo es ambicioso, es perfectamente alcanzable, aseguró el también director general de Grupo Financiero Banamex.
Tras el fraude de Oceanografía a Banamex, el gremio no ha tomado un acuerdo en torno a fortalecer los controles de seguridad para evitar que se repitan esos casos.
Será cada institución bancaria la encargada de implementar dichos controles, indicó Arrigunaga Gómez del Campo.
Señaló que los controles son una responsabilidad de cada banco, los cuales deben de cumplir con la norma en la materia y con las reglas de Basilea, en donde se atienden tres dimensiones: riesgos de crédito, de mercado y operativo.
"Es difícil adoptar desde el punto de vista gremial un estándar único, realmente las instituciones son las responsables del establecimiento de estos controles dentro del marco y cada institución debe cuidar en particular qué medidas se toman para prevenir fraudes en tarjetas o fraudes en general o cualquier otro tipo de pérdida", expuso.
En opinión de Javier Foncerrada, vicepresidente de la ABM, un exceso de controles podría inhibir el crecimiento del crédito, ya que los bancos tienen como actividad principal prestar dinero y eso lleva implícito un riesgo. (Agencias)