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México (13 de mayo).-
Entre las formas más divertidas de fortalecer el cuerpo está el slackline, que, además de trabajar el físico, entrena la mente.
Esta es una actividad que consiste en caminar, saltar o hacer trucos mientras se guarda el equilibrio en una cuerda de nylon o poliéster.
Se desarrolló en el Parque de Yosemite, en California, cuando muchos de los escaladores pusieron su propio equipo para mantenerse en balance sobre cuerdas dinámicas.
Hay diferentes tipos de slackline, como el longline, el yoga slackline o el highline, en el que llevas arnés al estar a una gran altura.
“Utilizas todos los músculos del cuerpo, incluida la mente, consiste en encontrar un balance entre cuerpo y mente porque vas caminando y moviendo los brazos y piernas, el centro es muy importante porque ahí está tu balance.
“Te ayuda mucho a creer en ti, a superar tus miedos porque, cuando te subes a la línea, es algo desconocido y hay miedos presentes como caer o lesionarte, debes ir probando poco a poco hasta darte cuenta de todas las capacidades de tu cuerpo y entras en una conexión fuerte contigo”, explica Gabriela Patiño, triple campeona nacional femenil de slackline.
Si eres constante y entrenas una hora al día, lograrás caminar en la cuerda en una semana, aunque esto depende de tu disciplina, paciencia y entendimiento corporal.
“Primero debes identificar si eres zurdo o diestro, después puedes sentir tu equilibrio en un pie, luego en el otro para irte reconociendo, con un mejor control sobre tu cuerpo puedes empezar a caminar.
“Los trucos pueden ser estáticos o con brincos, además de caminar distancias más largas, mientras más largas es mayor la dificultad”, agrega Patiño.
El slackline es una meditación totalmente activa porque, en el momento en el que ya no te estás concentrando, pierdes el equilibrio.
“Te vas moviendo, pero tu concentración debe estar en un punto y no puedes permitir que pensamientos de miedo o inseguridad te ataquen, debes ser más fuerte que cualquier pensamiento porque si no te caes, todo se refleja en la cuerda como si estás nervioso o tranquilo y si fluyes es suave, es un reflejo de tu mente”, explica Patiño.
Después de instalar la cuerda debes calentar durante 15 minutos y al final del entrenamiento terminar con otros 15 minutos de enfriamiento para relajar los músculos y evitar lesiones.
La cuerda tiene muchos retos y tú debes escuchar a tu cuerpo para darte cuenta de cuáles puedes o no realizar.
“Es bueno que al inicio ayudes a la gente para darles confianza, les das la mano o colocas una cuerda arriba para que se agarren. Realizarlo descalzo es más fácil porque tienes el contacto con la cuerda, pero depende del tipo de slackline que hagas, si usas tenis hay algo entre tu pie y la cuerda que no deja sensibilizar esa parte”, comenta.
Tipos de slackline que se practican.
Trickline Es la modalidad mas espectacular, la cuerda se coloca a 1.20 m del suelo y en una distancia entre 16 y 20 metros se realizan trucos y saltos. La cuerda es como una cama elástica, pero de tan solo 5 centímetros de ancho.
Waterline La cuerda se coloca sobre el agua, puede ser sólo para andar o realizar trickline. Al caminar hay que sumar al balanceo de la cuerda al movimiento del agua que hace que haya una sensación de mayor movimiento.
Longline La cuerda mide más de 30 metros y se necesita mucha destreza y práctica para caminar sobre ésta ya que mide sólo 2.5 centímetros y tiene más flexibilidad o flow que una de trickline.
Highline La cuerda se ubican a más de 20 metros del suelo y mide 2.5 centímetros de ancho. Se utiliza arnés de seguridad y línea de vida. Es la modalidad que más adrenalina hace sentir, sólo es indicada para usuarios muy avanzados.
Rodeoline La cuerda se usa muy poco tensa, en forma de U, y se busca conseguir un balance sobre la misma de pie como si fuera un columpio.
Yoga slackline Consiste en realizar las posturas de yoga sobre la cuerda, algo que requiere de mucha concentración y práctica.