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*México (8 de junio).-
Maestros jubilados y artesanas indígenas salieron a las calles de Morelos a protestar contra el Gobierno estatal.
Por segundo día consecutivo profesores jubilados y pensionados de Morelos se manifestaron contra el Gobierno de Graco Ramírez por la falta de pago del Bono del Día del Maestro.
Los docentes pertenecientes a la Sección 19 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) acusaron que la Administración estatal se niega a pagar el Bono del Día del Maestro que asciende a 3 mil 800 pesos a unos 11 mil docentes jubilados y pensionados.
Los manifestantes aseguraron que los primeros tres años de su Gobierno Graco Ramírez pagó puntualmente el bono, por lo que no se explican por qué en este cuarto año de su Administración, se niega a depositarlo.
Como parte de su protesta, los maestros jubilados recorren las calles de Morelos para repartir volantes con su demanda.
En tanto, artesanas indígenas que venden sus productos en la Plaza de Armas de Cuernavaca acusaron ser víctimas de discriminación por parte de los gobiernos estatal y municipal, pues en el proyecto de remodelación de la zona no se les tomó en cuenta.
Unas 20 indígenas, originarias del Estado de México y Guerrero, quienes desde hace 20 años venden sus productos a un costado del Palacio de Gobierno estatal, dijeron que desde el lunes de la semana pasada se les retiró del sitio donde laboraban, como parte de las obras de remodelación de la Plaza de Armas.
“El Gobierno, como estamos poniendo todo frente a (la oficina de) Correos y ahora, el lunes hace ocho días, llegaron y cerraron con tablas ahí donde estamos poniendo y ni siquiera nos avisaron, ni siquiera nos dijeron ‘oigan ya vamos a cerrar’ o ‘pónganse en otro lado’, no, llegaron, cerraron y pusieron tablas, estábamos adentro y todos nuestros niños estaban ahí”, acusó Adelaida Peña González, artesana originaria del Estado de México.
Explicaron que al día siguiente del cierre tuvieron que buscar un nuevo lugar, por lo que ahora comercian en banquetas, escaleras y en el arroyo vehicular que rodea la Plaza de Armas.
En consecuencia, esta mañana acudieron al Ayuntamiento a entregar un documento para requerir a las autoridades municipales que, una vez concluidas las obras, se les permita vender nuevamente en una esquina de la Plaza.
Peña González calculó que por el cierre de la Plaza, cerca de 50 familias indígenas fueron afectadas.