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*México (9 de junio).-
Todo parece estar allanado para que el Consejo Nacional Electoral (CNE) anuncie el siguiente paso en la escarpada colina del referéndum revocatorio del Presidente Nicolás Maduro.
Al término de una reunión con el CNE, Jesús Torrealba, secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), anunció que el organismo comicial había validado 1.3 millones de firmas de las cerca de 2 millones de rúbricas que consignó.
La cifra de las rúbricas invalidadas es una nota al margen porque apenas se necesitaban 195 mil 321, seis veces menos de lo aprobado para pasar la primera etapa.
La noticia llegó después de 38 días de demoras por trámites administrativos sobrevenidos establecidos por el CNE, que controla el chavismo.
La Oposición espera que en las próximas horas este organismo anuncie los lugares donde los solicitantes deberán reafirmar con su huella que las firmas les pertenecen. Una vez completado ese paso el CNE entregará otro formulario para que la MUD organice un nuevo operativo para reunir 20 por ciento del padrón electoral y solicitar la convocatoria de la consulta.
El tiempo corre en contra de los opositores porque, si el evento se celebra después de la primera quincena de enero de 2017, el plebiscito perderá toda efectividad política. El vicepresidente de Maduro culminaría el período y habría elecciones presidenciales en diciembre de 2018.
La comparecencia de Torrealba demostró una vez más la honda fractura que separa al chavismo de sus rivales. A la reunión con la MUD solo asistió el rector Luis Emilio Rondón, el único de los cinco miembros principales del CNE que vela por los intereses de la Oposición.
“Las cuatro rectoras oficialistas le sacaron el cuerpo a su responsabilidad”, declaró Torrealba a su salida de la cita.
Este anuncio llega en un momento de máxima tensión entre las partes que lucen atrincheradas en sus irreductibles posiciones.
La Oposición ha decidido condicionar el diálogo, cuyas reuniones preliminares se han celebrado en República Dominicana con la mediación de tres ex Presidentes iberoamericanos, a la celebración del plebiscito. Pero en su programa de televisión Maduro ha reiterado que el revocatorio no es una obligación, sino un derecho establecido en la Constitución.
“La opción de un referéndum con opción revocatoria no va a estar en la mesa de diálogo”, dijo al principio de su intervención.
Y más adelante agregó: “Venezuela no necesita un referéndum revocatorio, sino recuperar su economía. A este país solo lo puede gobernar un Presidente revolucionario: Nicolás Maduro Moros”.
El Jefe del Estado anunció que entregará a los mediadores una carta con tres propuestas para la Oposición: la instalación de una comisión de la verdad, la firma de un acuerdo de funcionamiento y respeto a las instituciones venezolanas y un pacto de “renuncia a la violencia política, criminal y social y a la conspiración”.
El chavismo ve el diálogo como un foro político donde se expongan las visiones encontradas que cada uno de los bandos tiene de los problemas del país.
Maduro ha intentado transmitir un mensaje firme, justo cuando arrecian los problemas con el abastecimiento de alimentos y se profundiza el caos generado por el modelo de desarrollo chavista.
La última apuesta del Presidente es la creación de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), la versión bolivariana de los soviets, encargadas por decreto de distribuir los alimentos básicos en los sectores populares.
“Todos los recursos para los Clap. Si ellos triunfan estará garantizada la paz de la República”, aseguró.