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*México (14 de junio).-
Miguel Ángel Honorato, uno de los cuatro mexicanos que fallecieron en el atentado al bar Pulse en Orlando, Florida, era bueno para los negocios.
En entrevista con REFORMA, su hermano José relató que Miguel ayudó mucho a que los negocios de su familia, dedicada a los restaurantes, crecieran.
“Era muy alegre, muy luchador, muy luchador para los negocios. Hemos crecido bastante con él y nos va a hacer mucha falta”, expresó.
La familia Honorato vivía en Apopka, Florida, desde 1991.
El papá de Miguel aprovechó la reforma migratoria de 1986 en Estados Unidos, que daba amnistía a los migrantes indocumentados, y logró regularizar a la familia, por lo que aunque Miguel y sus hermanos nacieron en México, también son ciudadanos estadounidenses.
La víctima, de 30 de edad años, era el menor de tres hermanos, estaba casado y tenía tres hijos.
“Era muy trabajador, nunca dejaba el trabajo por salir, pero sí le gustaba salir de vez en cuando con los amigos”, contó José.
“Esa noche salió con unas amigas, lo invitaron a este bar, una de ellas, bueno las dos, son lesbianas, Miguel les llamó, porque hablaba con una de ellas bien, y lo invitaron ahí”.
Mencionó que el Consulado de México en Orlando se ha puesto en contacto con la familia Honorato, que lo único que quiere del Gobierno mexicano es que los ayude a tramitar las visas de una tía que vive en Cuernavaca, Morelos, así como la visa de la abuela y de otra tía que viven en Tenanguillo de las Cañas, Guerrero, para que den el último adiós a Miguel.
La familia decidió que el cuerpo de Miguel sea enterrado en Florida.
“Mi mamá no quiere llevarlo para México, quiere que se quede aquí con sus hijos”, señaló.
José dijo que nunca pensó que una tragedia de esta magnitud afectara a su familia.
“Es terrible”, comentó.