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*México (24 de junio).-
La victoria del “Brexit” amenaza con convertir al Reino Unido en un reino dividido, con Escocia reclamando un nuevo referendo de independencia y con la frágil paz de Irlanda del Norte, también partidaria de continuar en la Unión Europea (UE).
El 52% de los británicos se pronunciaron este jueves en el plebiscito sobre Europa a favor de desligarse de Bruselas, frente a un 48% que quería seguir formando parte de la organización.
La cifra contrasta con los resultados de Escocia, con un 62% que apostó por seguir en la UE frente al 38% a favor del “Brexit” (salida británica del bloque comunitario), y con los de Irlanda del Norte, con un 55.7 % de los sufragios frente a un 44.2 %.
Este escenario revela un panorama conflictivo en el que el sentimiento de afección por Europa es muy superior en Escocia y en Irlanda del Norte, más que en Inglaterra o Gales.
Las reacciones no se han hecho esperar y la ministra principal del Gobierno escocés, Nicola Sturgeon, dijo este día que “es altamente probable” que se convoque otro referéndum de independencia en Escocia después de que el Reino Unido haya votado por dejar el bloque.
La intención de la también líder del Partido Nacionalista Escocés (SNP) es hacer “todo lo posible” para mantener a Escocia en la UE lo que incluye analizar la posibilidad de este plebiscito.
Tras calificar el resultado como “sólido e inequívoco”, hizo hincapié en que el recuento “deja claro que los escoceses ven su futuro dentro de la Unión Europea”.
En su programa electoral para las elecciones generales de 2015, el SNP detalló que debería haber un cambio “material y significativo” en las circunstancias políticas para volver a presionar por un referéndum sobre la independencia.
Ese momento parece haber llegado después de que en septiembre de 2014, los escoceses rechazaran separarse del resto del Reino Unido en una consulta en la que la permanencia sumó el 55% de los votos.
El rechazo norirlandés al “Brexit” también llevó este viernes al partido republicano Sinn Féin, socio del Partido Democrático Unionista (DUP) en el Ejecutivo de Belfast de poder compartido entre protestantes y católicos, a pedir a Londres la convocatoria de un referéndum sobre la unidad de Irlanda.
El viceministro principal y “número dos” de esa formación, Martin McGuinness, aseguró que el “Gobierno británico no tiene un mandato democrático para representar los intereses” de la provincia en las futuras negociaciones con la UE.
“Creo que existe ahora un imperativo democrático para celebrar una consulta sobre la situación de las fronteras”, recalcó el dirigente nacionalista, ex comandante del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA) durante el pasado conflicto en la región.
Al igual que el Gobierno de la República de Irlanda, el Sinn Féin había advertido durante la campaña de que el “Brexit” afectaría a la economía de la isla de Irlanda, en la que han desaparecido los puestos fronterizos entre ambas jurisdicciones, y pondría en riesgo el proceso de paz en la provincia británica.
Por su parte, la ministra principal norirlandesa, la unionista Arlene Foster, se declaró “encantada” con la salida del Reino Unido de la UE, a pesar de que la mayoría del electorado de la provincia británica rechazó el “Brexit” en el referéndum del jueves.
“Creo que es un buen resultado para el Reino Unido. Nuestra nación ha dejado claro cómo quiere avanzar en el futuro”, dijo la líder del mayoritario Partido Democrático Unionista (DUP), el principal representante de la comunidad unionista-protestante en Irlanda del Norte y defensor de la unión de la región con la corona británica.
Según Foster, cuya formación hizo campaña a favor del “Brexit”, el “no” del electorado del Reino Unido a la permanencia en el bloque comunitario ha supuesto un voto por “la esperanza” y “por el potencial” del país en el futuro.
Por su parte, el primer ministro irlandés, el democristiano Enda Kenny, lamentó que el Reino Unido haya adoptado esa decisión pero reiteró que la “relación sólida y estrecha” que mantienen ambos países continuará.
“Lo siento mucho”, dijo el jefe del Gobierno de Dublín después de analizar con su consejo de ministros en una reunión de emergencia el impacto de la victoria de los partidarios del “Brexit”.
Y es que la ruptura de Londres con Bruselas ha convertido la frontera de la República de Irlanda con la provincia británica de Irlanda del Norte, inexistente hasta ahora, en la única barrera física entre el Reino Unido y la UE.