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El ex gimnasta chino Zhang Shangwu, que ganó dos medallas de oro en la Universiada de Pekín 2001, ha sido descubierto mendigando en la calle después de pasar casi cuatro años en la cárcel por robo, un caso que ha reabierto el debate sobre el olvido que sufren muchos deportistas retirados del país asiático.
Una cadena hotelera se ha ofrecido a dar trabajo a Zhang Shangwu, mientras que una fundación liderada por la campeona olímpica de patinaje de velocidad Yang Yang ha contactado con él para darle atención psicológica.
Zhang, de 28 años, salió de la cárcel en abril, empeñó sus dos medallas en 2007 por unos 50 yuanes cada una (el equivalente a siete dólares) y poco después fue arrestado por robar ordenadores, móviles y otros materiales en una escuela de deporte de Pekín.
En abril de este año salió de prisión y desde entonces ha estado pidiendo y durmiendo en la calle, hasta que los medios chinos lo han descubierto.
Zhang, nacido en una humilde familia de Baoding (provincia de Hebei, norte de China) comenzó a entrenar a los cinco años, junto a futuras estrellas de la gimnasia nacional como Yang Wei, a la postre campeón olímpico, y era una estrella en ciernes cuando hace 10 años ganó dos oros en la Universiada pequinesa.
Sin embargo, un año después sufrió una grave lesión en el tendón de Aquiles que le apartó del equipo nacional y le relegó al provincial de Hebei, del que se retiró años después tras desavenencias con el entrenador y recibiendo una compensación de 38,000 yuanes (5,800 dólares).
Su lesión y la falta de una educación superior, le impidieron encontrar un trabajo, lo que le llevó a la delincuencia y la mendicidad, según contó el propio Zhang a los medios.
Según señala el diario South China Morning Post, el caso de Zhang no es aislado y "refleja el destino de miles de jóvenes que se dedican a tiempo completo en arduos programas de entrenamiento desde la infancia, no pensando en nada más que en ganar una medalla en las Olimpiadas".