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3 de abril.- Un terremoto de magnitud 6.3 remeció el lunes el sur y centro de México sin que se registraran daños mayores, pero sí evacuaciones de edificios junto a escenas de temor y angustia en la capital del país por el segundo movimiento fuerte en casi dos semanas.
Según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), el temblor tuvo su epicentro a 158 kilómetros al sur-suroeste de Huajuapan de León, en el sureño estado de Oaxaca, en la misma región en que se originó un sismo de magnitud 7.4 el 20 de marzo que provocó derrumbe de viviendas y algunos daños en la capital.
El alcalde de la Ciudad de México, Marcelo Ebrard, dijo en su cuenta de Twitter que no se reportaban "daños graves" en un primer recorrido por la capital tras una revisión de la ciudad por aire.
Los edificios fueron evacuados tras el sismo; mientras el Gobierno del Distrito Federal activó el plan de emergencia y cinco helicópteros del Agrupamiento Cóndores salieron para sobrevolar la ciudad.
El Primer Edil de la populosa urbe dijo también que el Metro, que transporta a diario cerca de seis millones de pasajeros, funcionaba normalmente.
Muchas personas desalojaron rápidamente edificios y restaurantes en una ciudad que tiene aún fresco el recuerdo del terremoto que en 1985 provocó destrucción y la muerte de cerca de 10,000 personas.
"Se sintió fuerte, pero gracias a Dios no nos pasó nada, la gente todavía está paranoica después del otro (temblor)", dijo Esteban Vite, vecino de la colonia Roma, donde usualmente los sismos se perciben con mayor intensidad debido a las características del suelo.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes dijo que el aeropuerto de la capital operaba normalmente y que sólo un vuelo había tenido que esperar unos minutos en el aire para aterrizar mientras se hacían las inspecciones de rutina de las pistas.
El epicentro del temblor estuvo ubicado a 45 kilómetros de Pinotepa Nacional, Oaxaca.
La dependencia señaló también que no se reportaban daños en infraestructura en Oaxaca y el estado de Guerrero, en el sur, donde el sismo también se sintió.
Según registros del USGS, el sismo de magnitud 7.4 del 20 de marzo fue el más fuerte desde uno de 7.6 en Colima, en la costa del Pacífico, en el 2003, que dejó al menos 29 muertos y 300 heridos.
"Se trata de una réplica más del que tuvimos el 20 (de marzo), pero fuerte", dijo el encargado de Protección Civil de la Ciudad de México, Elías Moreno Brizuela, sobre el sismo del martes.
Los mexicanos mantienen fresca en su memoria el terremoto de magnitud 8.1 -el más mortífero de la historia del país- que el 19 de septiembre de 1985 golpeó con fuerza la Ciudad de México y provocó la muerte de unas 10,000 personas, además de dejar miles de estructuras dañadas, así como provocar el derrumbe de edificios y hospitales. (REUTERS)