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EL VATICANO, 2 de abril.- El Papa Benedicto XVI invitó ayer en su homilía de la Misa del Domingo de Ramos y de la Pasión del Señor a que todos miren «de manera justa a la humanidad entera, a cuantos conforman el mundo, a sus diversas culturas y civilizaciones». Pocos días después de su llegada de Cuba y México, el Papa realizó una homilía y unos mensajes del Ángelus llenos de alusiones a la universalidad de la Iglesia, así como a su juventud.
Ante una plaza de San Pedro desbordante de jóvenes y de entusiasmo, Benedicto XVI lanzó ayer un desafío a la generosidad invitándoles a «que el Domingo de Ramos sea para vosotros el día de la decisión, como lo fue hace 800 años para Clara de Asís».
Se dirigió de forma particular a los jóvenes, ya que en Domingo de Ramos se celebra también la Jornada Mundial de la Juventud en los años que no hay un gran encuentro internacional en otro país. «Que el Domingo de Ramos sea para vosotros el día de la decisión, la decisión de acoger al Señor y de seguirlo hasta el final. La decisión de hacer de su Pascua de muerte y resurrección el sentido mismo de vuestra vida de cristianos». Entre los asistentes había numerosos jóvenes de Brasil y de España, de las diócesis de Madrid, Alcalá de Henares y Getafe, en su mayoría veteranos de la organización de la JMJ de Madrid 2011 u organizadores de las próximas JMJ de Río de Janeiro en 2013.
«Saludo cordialmente a los jóvenes y demás peregrinos de lengua española, que participan en la liturgia del Domingo de Ramos y en la Jornada Mundial de la Juventud de este año. En particular, a los jóvenes madrileños acompañados por su Pastor, el cardenal Antonio María Rouco Varela», dijo el Papa.
El mensaje del Papa no podía ser más directo: animada por el ejemplo de Francisco, Clara «dejó la casa paterna para consagrase totalmente al Señor, tenía 18 años».
«En el comienzo de la Semana Santa os invito a todos a participar con fe y devoción en la celebración anual de los misterios de la Pasión y Resurrección de Jesucristo y a experimentar la grandeza de su amor, que nos libra del pecado y de la muerte, y nos abre las puertas a la auténtica alegría», añadió el Pontífice en español. A los brasileños, que recogen el testigo que Madrid dejó tan alto, les dijo en portugués: «Alegraos siempre en el Señor. De este modo, el espíritu alegre y acogedor que es natural de los brasileños se unirá a la alegría que nace de la unión con Cristo, el único Redentor. Así, podréis con los brazos abiertos, como la estatua de Cristo que domina el paisaje carioca, recibir a los jóvenes que vendrán desde todas las partes del mundo a vuestra ciudad», agregó Benedicto XVI. El Papa recibe hoy lunes en una audiencia especial al comité organizador de la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid, incluyendo al cardenal arzobispo de la ciudad, Antonio María Rouco Varela, y a la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, que era la encargada de coordinación municipal con la JMJ durante las Jornadas.
Insistiendo en su llamado a los jóvenes, el Papa recordó la figura de Santa Clara de Asís, la fundadora de las clarisas, «que, hace 800 años, fascinada por el ejemplo de San Francisco y de sus primeros compañeros, dejó la casa paterna precisamente el Domingo de Ramos para consagrarse totalmente al Señor: tenía 18 años y tuvo el valor de la fe y del amor de optar por Cristo, encontrando en él la alegría y la paz». Para la ceremonia de bendición de los ramos, una de las más populares del año litúrgico, se colocaron en la Plaza de San Pedro trece olivos seculares y se distribuyeron cerca de 200.000 palmas entre los cerca de 60.000 fieles que acudieron, según datos proporcionados por el Vaticano.
El Santo Padre llegó al altar en un vehículo blanco descapotable, acompañado a pie por una procesión formada por cardenales, obispos y fieles que llevaban las ramas de olivo o palmas trenzadas artísticamente.