535 palabras
Cero estrellas
La cinta John Carter ha sido un descalabro económico para los estudios Disney, quienes ahora esperan amortiguar el golpe con Los vengadores. La producción representó una cuantiosa inversión (250 millones de dólares) que parece estar lejos de recuperarse.
La cinta es un intento fallido de crear una nueva franquicia. El problema es que en vez de proponer una historia atractiva echa mano de todos los lugares comunes. El guión arrastra además problemas de ritmo.
John Carter es un veterano de la Guerra Civil americana. Un día es atacado por indios y accidentalmente entra a una cueva donde halla un portal que le envía a Marte. Se encuentra con que el planeta tiene vida y es bastante salvaje.
Marte es habitado por humanos y criaturas digitales que parecen trasladadas de Star wars.
Al igual que Luke y Anakin Skywalker, John Carter es apresado por estos seres, logra escapar, toma partido en una guerra y se enrola en la misión de rescatar a una princesa.
¡Cuánta originalidad!
Si al menos John Carter fuera un divertimento bien estructurado, quizás el resultado no sería tan lamentable. El argumento trata inútilmente de contar demasiadas cosas pero la historia no ofrece mucha tela de donde cortar.
Los giros argumentales se notan forzados —especialmente el asunto de los símbolos y el poder del rayo— y no consiguen integrarse cabalmente a la trama principal. Muchos personajes, demasiadas subtramas y muy pocas ideas a la hora de unificarles.
El casting es tan inconsistente como su argumento. Mientras los actores secundarios son excelentes, los principales, Taylor Kitsch (John Carter) y Lynn Collins (la princesa), están de pena ajena. Hasta los personajes de computadora logran proyectar más que sus protagonistas.
Ni siquiera en lo visual existe una propuesta. Tanto los escenarios como el diseño de personajes son auténticas imitaciones de películas como Avatar y Star wars. Incluso, para no aburrirse, si usted va acompañado al cine puede terminar jugando con su compañero a "Identifique el plagio". El que adivine más rápido los títulos de películas copiadas gana.
John Carter es una cinta hecha de retacería y siguiendo la tendencia del barroquismo digital de Georges Lucas, James Cameron y Michael Bay. Su director Andrew Stanton necesita regresar a la animación, olvidarse para siempre de John Carter y empezar a ver mejores películas.
Lo mejor: ¡Ay caray! ¿Qué será... qué será? Creo que el perrito veloz.
Lo peor: Todo lo demás.