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MADRID, 29 de marzo.- Menos de 100 días después de asumir el poder en España, el conservador Mariano Rajoy se enfrentará este jueves a una huelga general, cuando el grueso de los recortes para reducir el déficit todavía está por llegar.
El paro de 24 horas, convocado por los sindicatos mayoritarios de izquierda, busca derogar la reciente reforma laboral que abarató considerablemente las condiciones de despido en un país que soporta un desempleo cercano a 23% y está al borde de su segunda recesión en cuatro años.
Un español busca comida en un basurero. Con la mayor tasa de desempleo en la Comunidad Europea, España podría enfrentar una recesión (la segunda en tres años). Foto AP
Manifestantes en las cocheras de Carabanchel, en Madrid. / Foto CARLOS ROSILLO
Además, el escenario de piquetes (grupos de personas que pacífica o violentamente intentan imponer o mantener una consigna de huelga) y manifestaciones callejeras amenaza con dar un nuevo dolor de cabeza a Rajoy, del Partido Popular, si vuelve a prender la llama de la "revolución de los indignados", cuando está a punto de cumplirse el primer año de las protestas en las que miles de jóvenes tomaron las plazas de las principales ciudades del país.
A pesar del clima enrarecido por la crisis, se espera un seguimiento desigual, tal y como sucedió en la huelga del 29 de septiembre de 2010, entonces con los socialistas en el Gobierno.
De hecho, 67% de los españoles se mostraron en contra de secundar el paro, según reveló una reciente encuesta de ---Metroscopia para el madrileño ----El País.
Una de las claves estará en el transporte público. Algunas regiones, como Madrid, pactaron servicios mínimos de hasta 35% en hora pico en el funcionamiento del metro y los autobuses urbanos.
Otro momento decisivo para valorar el éxito de la jornada serán las manifestaciones de la tarde del jueves en las grandes ciudades.
"El país no está para movilizaciones", dijo el profesor del IESE Business School en Barcelona José Ramón Pin. "La gente reconoce que no hay más remedio que tomar medidas absolutamente austeras, porque sabe que el país está mal", agregó.
Primera plana de ABC del miércoles.
Las claves de la primera huelga contra Rajoy
Concentración de piquetes informativos en la Puerta del Sol, en Madrid, minutos antes de las doce de la noche, donde ultiman los preparativos de la huelga general contra la Reforma Laboral que convoca Comisiones Obreras y la Unión General de Trabajadores este jueves, 29 de marzo.
Pero los sindicatos convocantes Unión General de Trabajadores y Comisiones Obreras están convencidos de que la adhesión será significativa.
"Hay muchísimo más ambiente para la participación ciudadana con respecto a 2010 por la injusticia de la reforma laboral", explicó ayer miércoles el secretario general de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo.
El Gobierno aprobó en febrero una dura reforma laboral con la que espera sentar las bases para contener la hemorragia del desempleo, que actualmente afecta al 22.9% de la población según el Instituto Nacional de Estadística.
La nueva ley elimina la indemnización de 45 días por año trabajado y la sustituye por una de 33 días. Además, el texto revisa la flexibilidad laboral y el llamado despido objetivo o procedente.
En ese sentido, las empresas que registren pérdidas o tres trimestres consecutivos de caída de ingresos podrán despedir empleados con una compensación de 20 días por año trabajado.
Un alto funcionario de la Unión Europea (UE) rechazó el miércoles que España necesite recurrir a los fondos de rescate comunitarios para reestructurar su sector bancario, como han especulado medios de prensa.
"No vemos ninguna necesidad de ningún programa del fondo de rescate para España", afirmó la fuente del Consejo Europeo durante un -----briefing sobre la reunión informal que los ministros de Finanzas de la zona del euro celebrarán el viernes en Copenhague.
La cita ocurre el mismo día en que el Gobierno de España tiene previsto aprobar sus presupuestos para 2012, que deberán incluir un recorte de 5000 millones de euros más que el previsto inicialmente para respectar un objetivo de déficit del 5.3% este año.
Según el alto funcionario, el plan español "combina ambición y realismo" y "será acogido favorablemente" por sus socios.