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Se suponía que las negociaciones del documento final de la sesión de la Comisión sobre la Condición de la Mujer finalizarían hace más de una semana. Sin embargo, se extendieron durante varios días y dieron como resultado una punzante derrota para la administración Obama y el enojo por parte del mundo en desarrollo.
Estados Unidos intentaba imponer su agenda de derechos sexuales y reproductivos, y, en un dramático enfrentamiento, las delegaciones echaron a pique el documento final en vez de aceptar la propuesta estadounidense.
Las delegaciones manifestaron abiertamente su disgusto por el énfasis que Estados Unidos puso en los derechos sexuales y reproductivos, y se sintieron especialmente ofendidas por haber sido sometidas a fuertes intimidaciones por parte de ese país durante las negociaciones de la resolución sobre mortalidad materna. No obstante, Estados Unidos logró que la resolución fuera aprobada sin atenuar el acento en los derechos sexuales y reproductivos.
En la resolución sobre mortalidad materna, la delegación estadounidense insistió en un nuevo lenguaje que las delegaciones temían que pudiera promover el derecho al aborto. Los representantes también estaban preocupados por las referencias a la educación sexual adecuada a la edad que no reconocía la función de los padres, y por alusiones cuestionables al término género.
Las negociaciones sobre el documento final, denominadas conclusiones acordadas, se extendieron una semana más de lo esperado porque no se lograba el consenso. Las delegaciones continuaron con los debates hasta bien entrada la madrugada del pasado jueves, cuando la comisión concluyó su sesión; pero Estados Unidos no cedió, lo cual dio lugar a que las negociaciones fracasaran.
Michelle Bachelette, directora de ONU Mujeres, habló con los representantes al cierre de la sesión. Estaba decepcionada por la incapacidad [de la comisión] para llegar a un acuerdo. Varias delegaciones expresaron su frustración ante la rigidez ideológica de Estados Unidos y de otras delegaciones en el campo de los derechos reproductivos.
La representante de Zimbabwe, en nombre del Grupo Africano, se quejó de la postura de sólo una delegación que había provocado la vacilación del procedimiento. También dejó en claro que el Grupo Africano consideraba que el uso de la palabra género hacía referencia a masculino y femenino, conforme está descrito en documentos internacionales previos y destacó la prerrogativa soberana de las naciones africanas de hacerlo.
La delegación iraní efectuó una declaración en la que lamentó que un delicado puente (de consenso) se derrumbó anoche alrededor de la 1 am, sólo debido a la intransigencia, a la actuación implacable y a la falta de flexibilidad por parte de un sector de la sala acerca de asuntos que no eran propios del texto. Irán recriminó a estas partes por asistir a la mesa de negociaciones con la mentalidad de conseguir todo lo que quieren, sin flexibilidad.
Del otro lado de las negociaciones se encontraba la embajadora de Noruega, quien criticó rotundamente a las naciones por no abandonar los valores morales ni aceptar las versiones radicales de la igualdad de género: Hemos visto cómo los valores morales han sido evocados para privar a las mujeres de sus derechos humanos, de sus oportunidades (y, en última instancia, para algunas) ¡de sus vidas! ¡Este es el verdadero riesgo moral de nuestro tiempo!. Más tarde, añadió que Muchos tendrán que abandonar algunas convicciones tradicionales, incluso cuando se basen en creencias religiosas o en la cultura.Eso es lo que se denomina desarrollo