412 palabras
LOS ANGELES, 13 de mayo.- Angelina Jolie quiere una boda que incluya todas las culturas de sus hijos con Brad Pitt. Por esta razón ha decidido incluir ritos y ceremonias de diferentes países, especialmente de: Camboya, Vietnam y Etiopía. Una fuente cercana reveló a la revista 'Closer' que la actriz "quiere una boda alternativa y multicultural, incluyendo tradiciones de todo el mundo".
La familia de Angelina Jolie y Brad Pitt es multi-étnica.
Al parecer ésta es una decisión que no ha agradado mucho a Brad, quien ya había planeado una ceremonia más clásica en su mansión al sur de Francia. "Ellos coinciden en lo esencial, como el hecho de que ambos quieren una ceremonia por todo lo alto con su familia y amigos", pero parece que el actor "siempre había deseado algo emotivo y tradicional, un enlace al que siguiera una gran cena, discursos y una gran fiesta". Sin embargo, parece que el novio tendrá que hacer los cambios necesarios porque a "Angelina le gusta lo alternativo y lo que rompe esquemas", añadió la fuente.
En los preparativos de la boda más esperada del año ya se han gastado 7.5 millones de euros. Y esta cantidad sólo incluye el coste de acondicionar la mansión francesa en la que parece que dirán el "sí, quiero". Brad quiere que todo esté perfecto, por lo que "se ha hecho con los servicios de un experto restaurador de mucho prestigio. Además, le ha ofrecido a los obreros una paga extra si terminan todo para antes del verano", según ha desvelado una fuente cercana a la pareja. Entre los arreglos está la construcción de una pista de aterrizaje para los 'jets' de las celebridades invitadas.
El actor ha estado al tanto de cada detalle, incluso del diseño personalizado del anillo de compromiso de su futura esposa. "Brad tenía una idea específica para el anillo, quería que todos los aspectos fuesen perfectos, así que fui capaz de localizar un diamante de la mejor calidad y cortarlo de la forma exacta para que encajara en la mano de Angelina", declaró el diseñador. La joya podría haber costado 192,000 euros. (EL MUNDO)