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1. La niña del marketing. ¿Dónde quedó la magia? A pesar de la profusa y costosa propaganda del PRI, el partido gobernante en Yucatán no ha logrado darle el toque de originalidad a su campaña. La oaxaqueña Gabriela López Gómez, consejera favorita de Ivonne Ortega, es también la jefa de facto de la campaña de Rolando Zapata. Pero en esta ocasión "la Ninia de los Logos" como es conocida Gaby, no ha logrado hacer magia. Los numerosísimos carteles de Rolando y Nerio lucen acartonados y sin el carismático brillo del que presumía Gaby López. En esta ocasión parece que Gabriela y Rolando han apostado a arriesgar poco, a cuidarse solamente, y sobre todo a camuflar los fuertes lazos de Ivonne con quien fuera su secretario general de gobierno y antes su jefe de campaña. Rolando ha perdido de 12 a 15 puntos. Aún con ventaja, pero está en el tobogán descendente.
2. Ibero. El tropezón de Enrique Peña en la Ibero está mostrando un rostro del electorado que los asesores de peña Nieto no habían querido ver: la cara de un electorado juvenil bien informado que rechaza la cultura televisiva del Canal 2 y TV Azteca. Los chavos de las universidades tienen acceso a información sobre los grandes asuntos nacionales y sorprendieron al país en un escenario no controlado por el Canal de las Estrellas o por los medios de comunicación afines al PRI y al exgobernador del Estado de México. En Peña, los universitarios reconocen a Salinas, a la represión en Atenco, a Arturo Montiel y al antidemocrático sistema que gobernó a México durante más de 70 años.
3. Revolcada, pero es la misma. El reportaje de portada y la caricatura de Artículo 7 de esta semana exhiben lo que Rolando Zapata quisiera que no se sepa. La estrecha relación, la paternidad de Zapata Bello sobre este gobierno Ivonnista. Los principales colaboradores de la señora Ortega Pacheco son gente cercana (colaboradores e íntimos amigos) a Rolando. La única diferencia es que Rolando es discreto, frente a la desinhibida Ivonne. Pero los Vitochos, Panchitos, Friedman, Cuevitas y demás, son rolandistas y serán la misma gata revolcada si Zapata Bello resultara gobernador.
4. Peña, bajo el colchón. La Josefina invocó —acertadamente— el caso Paulette en el debate. El caso es emblemático. Exhibió la incompetencia y/o la mentira del aparato de procuración de Justicia de Enrique Peña Nieto durante su gobierno en el Estado de México. Una niña que desaparece, se le busca por la policía de Peña por días (después de una exhaustiva revisión de la casa y de interrogar a los padres y al servicio doméstico) y cuyo es econtrado sin vida, debajo del colchón de su camita. Es verdaderamente de vergüenza. El bochornoso manejo de ese caso, descalificaría en cualquier país del mundo al gobernante responsable. En México no. Lo que le faltó a la señora Vázquez Mota fue recordarnos a la teleaudiencia —generalmente de corta memoria— cómo fue que se produjo esa absurda investigación y cuál fue su inverosímil resultado. El no hacerlo le redujo algo de contundencia a la acertada alusión.
5. Fuera Máscaras. La verdad, a mí sí me gustó el debate. Lo disfruté. Y aún disfruté más a la edecán Julia Orayén junto con todos los atributos con los que Dios nuestro Señor (o la Naturaleza, para los no creyentes) le dotó y regaló. No sé por qué algunos hacen tanto escándalo, o cómo es que el IFE pide disculpas. Un toque de belleza y picardía no le hace mal a nadie, mas que a los amargados. Yo le hubiese dejado el mismo escote a Julia, aunque confieso que preferiría una discreta minifalda al inapropiadamente largo vestido blanco, que con su inmoderada longitud nos impidió a los televidentes apreciar las torneadas piernas de la señorita Julia, que según otras fotos difundidas en Internet, son también un poema a la Anatomía Humana, a la Naturaleza y a su Creador. ¡Fuera máscaras!
6. ¡Caramba Doña Leonor...! ¡Cómo se le nota! Así decía un anuncio de la tele de la que veíamos los que ya hoy peinamos canas y lucimos calvas. Bueno, a nuestra Julia (porque ya se volvió de todos) se le nota su bella voluptuosidad. Pero para que no digan que quedé traumado con las gracias de la edecán, al que se le notó limitado en el debate fue a Peña Nieto. No pudo explicar las cifras de "Transparencia Mexicana" que exhiben a su gestión como corrupta, ni tampoco pudo justificar cómo fue encubridor de su tío Arturo Montiel, predecesor suyo en la gubernatura de EDOMEX y de quien Peña fue nada menos que su secretario de Finanzas. No derrapó en la magnitud de los desaciertos de la feria Internacional del Libro. No se le vio totalmente desarticulado, pero sí impotente y algo frustrado ante los obuses de Andrés Manuel y la Chepina.
7. Vapor a fuego lento. En Yucatán aún no “agarran vapor” las campañas. El PAN no ha logrado exhibir a Rolando Zapata Bello como pieza fundamental del gobierno de Ivonne Ortega Pacheco. Joaquín Díaz Mena crece, y sus reuniones en el interior del estado son entusiastas y sorprendentemente multitudinarias, pero aún no ha encadenado Huacho los golpes mediáticos que provoquen el gran giro. La campaña de Rolando es como la de Peña, cobijada por la absoluta mayoría de los medios de comunicación yucatecos, pero sin substancia, y sobre todo sin mostrar verdaderamente quién es Zapata Bello. Renán Barrera empieza a arrinconar a Nerio Torres, retándolo a debatir, y acudiendo para ello a la Casa del Pueblo, como quien dice acudiendo a “la boca del lobo”. Torres Arcila mientras tanto, trata de mostrarse “cercano a la gente” y con buen manejo de las relaciones públicas. También Barrera Concha se anotó un 10 al encarar a la Comuna sobre el escándalo de las lámparas chinas en el alumbrado público de Mérida.