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Jueves 10 de mayo.- Por primera vez, científicos encontraron la forma de proteger al organismo de pacientes con cáncer de los efectos perjudiciales de la quimioterapia.
Los medicamentos de quimioterapia pueden matar rápidamente a las células cancerosas pero también tienen efectos en el tejido sano del paciente.
Por ejemplo, el tratamiento puede destruir a la médula ósea, que se encarga de producir nuevas células sanguíneas.
Los científicos del Centro de Investigación de Cáncer Fred Hutchinson, en Estados Unidos, lograron crear un "escudo" de células madre para proteger la médula ósea de los pacientes sometidos a la terapia.
Lo hicieron modificando las propias células madre sanguíneas del paciente y trasplantándolas para proteger a este tejido.
Los resultados del estudio preliminar llevado a cabo con tres pacientes con cáncer cerebral, dicen los científicos en Science Translational Medicine (Science Medicina Traslacional), mostraron resultados alentadores.
Dos de los pacientes sobrevivieron más tiempo del pronosticado y el tercero continuaba vivo tres años después del tratamiento y sin progresión de la enfermedad.
El enfoque, afirman los expertos, es "completamente innovador".
El organismo constantemente produce nuevas células sanguíneas en la médula ósea, que se encuentra en el interior de los huesos largos.
Sin embargo, este tejido es uno de los más susceptibles al tratamiento de quimioterapia.
Estos fármacos provocan una reducción en la producción de glóbulos blancos, lo cual incrementa el riesgo de infección en el paciente.
También se reduce el número de glóbulos rojos, que se encargan de transportar el oxígeno en la sangre, lo cual produce falta de aliento y cansancio en la persona.
Estos efectos, afirman los científicos, son uno de los mayores obstáculos en el uso de la quimioterapia y a menudo el tratamiento debe ser detenido, retrasado o reducido hasta que el paciente mejore.
Y hasta ahora no se ha encontrado un tratamiento de cáncer que sea tan efectivo como la quimioterapia.
En el nuevo estudio, los científicos se centraron en pacientes con glioblastoma, una forma de cáncer cerebral que casi siempre es mortal.
Los investigadores extrajeron médula ósea de los pacientes y aislaron las células madre.
Posteriormente utilizaron un virus para "infectar" a las células con un gen que es capaz de protegerlas de los efectos tóxicos de la quimioterapia.
Y después trasplantaron nuevamente estas células madre modificadas en el paciente.
"La quimioterapia dispara tanto a las células del tumor como a las células de la médula ósea, pero al colocar escudos protectores en las células de la médula ósea estas quedan protegidas mientras que las células del tumor están desprotegidas", explica la doctora Jennifer Adair, una de las investigadoras.
Por su parte el profesor Hans-Peter Kiem, quien dirigió el estudio, afirma que "encontramos que los pacientes que recibieron el trasplante de células madre modificadas con el gen fueron capaces de tolerar mejor la quimioterapia y sin efectos secundarios negativos que los pacientes que en estudios previos habían recibido el mismo tipo de quimioterapia sin el trasplante de células madre modificadas".
Según los científicos, los tres pacientes que participaron en el estudio sobrevivieron en promedio 22 meses después de recibir el trasplante.
La media de supervivencia de los pacientes con glioblastoma -sin el nuevo trasplante- es de poco más de 12 meses.
Uno de los pacientes continúa vivo 34 meses después de recibir el trasplante, afirman los científicos.
"El glioblastoma sigue siendo uno de los tipos de cáncer más devastadores, con una supervivencia promedio de sólo 12 a 15 meses", dice el doctor Maciej Mrugala, quien también participó en la investigación.
Agrega que entre 50 y 60% de los pacientes con esta forma de cáncer desarrollan tumores resistentes a la quimioterapia, por lo cual el nuevo trasplante de células madre modificadas puede ser un tratamiento "aplicable" a un gran número de pacientes.
Y también podría beneficiar a pacientes con otras formas de tumores cerebrales, como el neuroblastoma, agrega.
Tal como expresa la profesora Susan Short, de la organización Cancer Research Uk, "este es un estudio muy interesante y un enfoque completamente innovador para proteger a las células sanas durante el tratamiento de cáncer".
"Necesita ser probado en más pacientes pero podría significar que en el futuro podremos usar temozolomide (un fármaco de quimioterapia) en más pacientes con tumores cerebrales de los que pensamos".
Los científicos creen que esta estrategia también podría eventualmente beneficiar a pacientes cuya médula ósea resulta afectada debido a otros trastornos, o para pacientes con VIH o SIDA en los cuales el trasplante podría incrementar el número de células resistentes al virus.
Los investigadores están ahora reclutando a más pacientes para un ensayo clínico más amplio. (BBC)