1934 palabras
A muchos meridanos los conquisto el "slogan" de campaña de Angélica Araujo Lara "Mérida como te quiero", el photoshop que mostraba a la entonces candidata a la alcaldía de Mérida con imagen fresca y juvenil o quizá las promesas de más vialidades y de una ciudad más moderna. Razones de más o de menos, Mérida le otorgó la oportunidad de ser gobernada por un partido diferente al de los últimos 20 años.
Muchos le creyeron a su frase: “el PAN sabe administrar, pero no sabe gobernar. El PRI s gobernará Mérida.” Pero todo resultó cantos de sirena.
En dos años, Angélica Araujo Lara demostró que el PRI no sólo no sabe gobernar, sino que resultó el peor administrador de los recursos públicos, ya que no solo “quebró” literalmente las finanzas del Ayuntamiento de Mérida; cambió un sistema de iluminación que había dado reconocimiento a Mérida como la ciudad mejor iluminada del país y que sumió a la capital del estado en penumbras, sino que a fuerza de golpes, como sucedió el 4 de julio de 2010, impuso la construcción de un innecesario paso deprimido en Prolonganción de Paseo de Montejo, obra que es cerrada constantemente por fallas en su construcción. Tampoco se olvida la falta de fumigación a la ciudad y que ocasionó el aumento de casos de dengue en la ciudad y el millonario concierto de más de $20 millones que costó a la ciudad la presentación de Shakira, la cual, supuestamente, representaría un gran impulso al ramo turístico de Mérida.
Hasta la fecha, nadie sabe qué pasó con los $21 millones que supuestamente serían devueltos por patrocinadores del concierto, pero lo que sí es un hecho es que ni los hoteleros ni los restauranteros de la ciudad vieron la gran mina de oro que Angélica Araujo gritó a los cuatro vientos que sería la visita de la cantante colombiana.
Con el inicio de las campañas políticas, Angélica Araujo desapareció del Ayuntamiento para buscar una candidatura plurinominal, dejando a cargo del Ayuntamiento de Mérida al primo de la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco, Álvaro Omar Lara Pacheco, quien a pocos meses de hacerse cargo de la presidencia municipal, se ha visto incapaz de resolver problemas que amenazan con generar graves problemas de salud a los meridanos, como el colapso del servicio de recolección de basura; o de terminar, como se había anunciado, la construcción de La Pepita en el mercado Lucas de Gálvez.
Trabajadores ociosos por la falta de mantenimiento que reciben camiones de la Comuna, lo que también deriva en la falta de servicios para la ciudad.
Falta más de un mes para que la administración municipal se acabe y ya el Ayuntamiento de Mérida está en su más larga agonía.
La rapiña, los actos de corrupcción y falta de transparencia en el que ha incurrido Angélica Araujo, ha sorprendido no solo a ciudadanos sino a ex presidentes municipales, como César Bojórquez Zapata, quien al inició de la actual administración municipal declaró a Artículo 7, que quizá pasarían dos o tres gobiernos municipales para que los meridanos pudieran notar la diferencia entre los Ayuntamientos panistas y los priistas. Se equivocó.
Cuando el Ayuntamiento de Mérida, a cargo de Bojórquez Zapata, entregó la administración municipal a Angélica Araujo en julio de 2010, entregó $1,000 millones; más dinero para aguinaldos y cero deuda a proveedores. Además, las calificadoras internacionales, debido al buen manejo de las finanzas, otorgaron a Mérida una de las calificaciones más altas del país.
Actualmente, el Ayuntamiento adeuda más de $400 millones a bancos; $450 millones a proveedores y tiene un pago pendiente de $470 millones por las nuevas luminarias que sustituyeron a las 82 mil retiradas y cuyo destino se desconoce.
Por ese motivo y muchos más, este Ayuntamiento se distingue por cero transparencia y misterio en cuentas públicas.
Durante varias administraciones panistas, se trabajó para lograr estándares de calidad y convertir a Mérida en la ciudad mejor iluminada del país, lo que se logró en los 20 años que gobernó el PAN.
En 2011, con el argumento de que se buscaría un ahorro en el pago de energía eléctrica y una mejor iluminación, el Cabildo acordó el cambio de las luminarias actuales por otras, con el argumento de que si la reposición no resultaba como se esperaba se rescindiría el contrato. A pesar de las quejas por falta de iluminación —a veces de semanas— en varios sectores de la ciudad; del efecto “cebra” que producen las nuevas lámparas y a que el consumo de electricidad, lejos de disminuir, aumentó significamente, Angélica Araujo y sus regidores priistas se negaron a cancelar el contrato.
Gracias a Angélica Araujo, Mérida no solo está mal iluminada, pagando más por el consumo de energía, sino que también se ignora el paradero de las 82 mil luminarias sustituidas.
Recientemente, el ex regidor panista y actual candidato al II Distrito, Kirbey Herrera Chab, denunció ante Artículo 7 la desaparición de las 82 mil lámparas sustituidas, las cuales no se encuentran en ninguna de las bodegas del Ayuntamiento, como se esperaría. De nueva cuenta, el Ayuntamiento, ahora a cargo de Álvaro Omar Lara Pacheco, se negó a informarle qué sucedió con esas luminarias.
En vialidades, la ciudad también se ha visto afectada por el cambio de administraciones, ya que con el Ayuntamiento 2007-2010, a cargo de César Bojorquez Zapata, se pavimentaron 300 km de calles; mientras que de 2010 a 2012 sólo se pavimentaron 17 km de calles
Una de las promesas de campaña más promovidas de Angélica Araujo mientras buscaba la alcaldía de Mérida, era que acabaría con la pobreza extrema. Pero cifras del programa Habitat, dados a conocer por la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) han dejado en evidencia que la priísta ni siquiera tuvo interés en este problema, ya que la inversión realizada en los dos años de su gobierno dificilmente se compara con lo realizado por las tres últimas administraciones panistas.
En Combate a la pobreza el PAN realizó las siguientes inversiones: 2003 $68.5 millones; 2004 $88.3 millones; 2005 $96.3 millones; 2006 $91.8 millones; 2007 $57.4 millones; 2008 $57.3 millones ; 2009 $55.7 millones. En 2010, año del cambio de gobierno la inversión conjunta de PAN y PRI fue de $65.8 millones; pero en 201, cuando el Ayuntamiento se encontraba ya a cargo de Angélica Araujo se inviertieron apenas $34. 5 millones. En 2012, el monto ascendió a $38 millones.
Aunque en 1998 y en 2004, Mérida tuvo problemas serios de recolección de basura derivados por conflictos políticos y por el mal servicio de la empresa poblana SUPSA, respectivamente, el Ayuntamiento de Mérida salió al paso apoyado principalmente en su paramunicipal Servilimpia, que se encargó de dar el servicio en el primer caso y con ayuda de los recolectores pequeños en el segundo.
A poco más de un mes de que concluya la actual administración municipal, el problema está presente. Ya varias colonias y fraccionamientos reportan que los recolectores no están cumpliendo con la recoja de los desperdicios. Sin embargo, la situación no es tan fácil de resolver, ya que el Ayuntamiento de Mérida, responsable de esta situación, debe a la empresa SETASA, que opera el Relleno Sanitario, $40 millones y a las empresas recolectoras Pamplona, Sana y Corbasa unos $12 millones, razón por la cual han amenazado suspender en breve y paulatinamente el servicio en varias zonas de la ciudad.
A esto se suma el hecho de que Servilimpia está operando a 50% de su capacidad por la falta de mantenimiento en que se encuentran sus camiones; porque la planta de composta no funciona; y porque no hay separación de residuos sólidos, lo que está llevando poco a poco al sistema de recolección a punto de colapso.
Los meridanos ya empezaron a sufrir los efectos de la corrupción en el gobierno municipal, cuya inexplicable deuda con SETASA y con los recolectores de basura, está ocasionando que las empresas estén dejando de dar el servicio paulatinamente.
El olvido en que se encuentran los servicios de la ciudad también se debe a que hay maquinaria parada por falta de mantenimiento y por lo tanto, trabajadores desocupados. En las administraciones anteriores, el parque vehicular era el mejor para atender a una ciudad menor de un millón de habitantes.
Llama la atención que el actual Ayuntamiento también disminuyó su contacto con la sociedad, pues de los 8 programas que se tenían en las administraciones municipales anteriores, como Ayuntatel, Miércoles Ciudadano, Ayuntamiento en tu colonia, Ayuntamiento en tu comisaría, Feria de Salud, Programa radiofónico "Conexión Mérida", Call Center y Reto Joven, la administración de Angélica Araujo sólo mantuvo tres: Ayuntatel, la Feria de la salud y el Call Center
Otro de los programas desaparecidos es La Casa de los Niños, cuyo edificio se encontraba en la calle 49 entre 60 y 58, se dedicaba a atender a los hijos de los locatarios de los mercados del Centro Histórico, que por el trabajo de sus padres permanecían en los puestos y no acudían a la escuela. Ante el peligro que significaba el que los menores estuvieran en el centro laboral de sus padres, el Ayuntamiento de Mérida les dio un lugar en el cual recibirían apoyo educativo, médico, psicológico y también alimentación. L.I.