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10 de agosto.- La materia oscura es uno de los grandes enigmas científicos, una misteriosa y fantasmal sustancia invisible que, según las teorías más aceptadas, compone cerca del 23% del total de la masa del Universo (la materia ordinaria, la que podemos ver, solo supone un 4%, y el resto es algo todavía más extraño, la energía oscura). Su función es aportar la masa extra necesaria para que las galaxias se mantengan unidas y no se dispersen por el espacio. Su existencia parece casi una obligación científica, pero nadie nunca ha podido dar con ella... Y eso que el empeño lleva ya algunas décadas. Ahora, un grupo de astrónomos de la Universidad de Zurich, la Universidad de Leicester y el NAOC de Pekín ha encontrado grandes cantidades de materia oscura alrededor del Sol. Sus resultados, que se publicarán en la revista Monthly Notices de la Royal Astronomical Society, son consistentes con la teoría de que nuestra galaxia, la Vía Láctea, está rodeada de un halo de esta escurridiza sustancia.
Simulación en alta definición de la Vía Láctea. (A. Hobbs)
La existencia de la materia oscura fue propuesta por vez primera por el astrónomo Fritz Zwicky en los años 30. Fritz decía que los cúmulos de galaxias contenían una misteriosa materia oscura que impedía que se dispersaran. Casi al mismo tiempo, el holandés Jan Oort descubrió que la densidad de la materia cerca del Sol era casi dos veces superior a lo que podría explicarse solo por las estrellas y el gas. Décadas después, numerosos estudios han encontrado materia oscura en cantidades de tres a seis veces mayores de lo que cabía esperar, pero esto ha originado grandes discusiones en la comunidad científica. Parte de la misma incluso duda de la naturaleza de la materia oscura.
Los autores del reciente estudio están convencidos de la fiabilidad de sus mediciones en un 99% y creen que las técnicas utilizadas en los últimos veinte años han subestimado la cantidad de materia oscura. «Si datos futuros confirman este valor, las consecuencias son muy interesantes. Podría ser la primera evidencia de un «disco» de materia oscura en nuestra galaxia, como han predicho recientemente la teoría y simulaciones numéricas de la formación de galaxias», dice Silvia Garbari, principal autora de la investigación.
Muchos físicos creen que la materia oscura está compuesta por una nueva partícula fundamental que interactúa muy débilmente con la materia normal, pero lo suficientemente fuerte para ser detectada en experimentos subterráneos profundos donde confusos eventos de rayos cósmicos son proyectados a través de más de un kilómetro de roca sólida.
«Si la materia oscura es una partícula fundamental, miles de millones de estas partículas habrán pasado a través de su cuerpo en el momento en que usted termine de leer este artículo», afirma George Lake, coautor de la investigación. «Los físicos experimentales esperan capturar solo unas pocas de estas partículas cada año en experimentos como XENON y CDMS, actualmente en actividad. Conocer las propiedades locales de la materia oscura es la clave para saber de qué clase de partícula está compuesta». (ABC)