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Sábado 11 de agosto.- Un estudio del Instituto de Investigaciones Murdoch de Australia reveló que el consumo a largo plazo de marihuana (cannabis) produce cambios notables y daños cerebrales en la región correspondiente a las funciones de memoria y aprendizaje.
Los daños de la marihuana fueron documentados con imágenes del cerebro realizadas con la última tecnología, y fueron más notorios en personas que comenzaban a consumirla a muy temprana edad.
Según el Dr. Marc Seal, del Instituto Murdoch, hay períodos de la vida del ser humano que son más críticos para el desarrollo cerebral y en esa edad es más vulnerable al daño de la marihuana.
“Nuestros resultados sugieren que a largo plazo el consumo de la cannabis es perjudicial para la materia blanca del cerebro en desarrollo. Esto fue especialmente cierto para aquellos que se habían iniciado en la adolescencia, como sabemos que el cerebro todavía se está desarrollando durante este tiempo”, confirma el doctor, en el informe del Instituto.
"No sabemos si los cambios son irreversibles, pero sí sabemos que estos cambios son muy importantes", sostuvo el Dr. Seal en posteriores declaraciones, según 9News de Australia.
Los disturbios que se comprueban con las imágenes indican que se producen a nivel de la conectividad, especialmente en las fibras del hipocampo y las fibras de las comisuras, que corresponden a la zona de la memoria y aprendizaje.
Estas perturbaciones “pueden ser la base del deterioro de la memoria y otros déficits cognitivos que se observan a largo plazo en los consumidores de cannabis”, agrega el Dr. Seal.
Son numerosos los trastornos asociados al deterioro de la sustancia blanca, entre ellos, la esquizofrenia.
Esto podría confirmar la creencia de que varios casos de esquizofrenia se activan por el consumo de cannabis en la adolescencia.
El estudio se llevó a cabo en conjunto con la Universidad de Melbourne y la Universidad de Wollongong y consistió en la investigación de personas que comenzaron a consumir cannabis a los 16 años, y la mayoría había fumado durante 15 años.
“Este es el mayor estudio para investigar exhaustivamente la materia blanca del cerebro y sus cambios entre los individuos con un largo historial de consumo de cannabis”, sostiene el Instituto.
La investigación consistió en comparar las imágenes de resonancia magnética y otros métodos, en 59 consumidores de cannabis por muchos años, y en 33 no consumidores se detectaron las áreas del cerebro deterioradas. (Anastasia Gubin / La Gran Época)