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Con 3 millones de pisos firmes construidos en comunidades de alta marginación, muchas de ellas predominantemente indígenas, la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), registra una marca histórica en el país, al superar en 546 mil 327 mil pisos la meta comprometida al inicio de la administración del Presidente Felipe Calderón.
En el Conteo de Población y Vivienda 2005 se detectó un rezago de 2 millones 453 mil 673 pisos de tierra, que ha sido superado ampliamente en estos seis años, como resultado del compromiso cumplido a las familias más vulnerables en todo el territorio nacional.
Llevar un piso de concreto a las zonas más marginadas del país, a través del Programa de Atención a Zonas Prioritarias (PDZP), representa un cambio cualitativo en la calidad de vida de las personas que allí viven, cuyo impacto principal se refleja en la disminución de enfermedades gastrointestinales y respiratorias, derivadas del polvo y los parásitos.
Con este propósito, a través del PDZP se han invertido 17 mil 100 millones de pesos de 2008 a 2012, lo que ha hecho posible la disminución de las enfermedades parasitarias en 78 por ciento en niños menores de 5 años, la prevalencia de anemia en 81 por ciento, y los cuadros diarreicos en 49 por ciento.
De acuerdo a la reciente Evaluación de Impacto del PDZP hoy se sabe también, que entre 36 y 96 por ciento se ha contribuido a elevar el desarrollo cognitivo de los niños y adolescentes, hijos de padres beneficiarios, gracias a las mejores condiciones de vida en que desarrollan cada una de sus actividades.
Salir de la tierra es salir de la miseria. Significa dar un paso importante para cerrar el círculo intergeneracional de la pobreza, ha dicho el titular de la Sedesol, Heriberto Félix Guerra, al enfatizar que la prioridad es llegar con piso firme a cada una de las comunidades con menor Índice de Desarrollo Humano (IDH).
Con este propósito se trabaja en Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Puebla e Hidalgo, para que los hijos de la pobreza de hoy no sean los padres de la pobreza del mañana, según lo enfatizado el responsable de la política social.
En los 3 millones de pisos firmes que se han instalado en estos seis años se utilizaron 7.2 millones cúbicos de concreto, lo que equivale a 9 veces todo el concreto que se utilizó en la Presa de La Yesca, la mayor obra de infraestructura hidroeléctrica de esta administración (800 mil metros cúbicos).
Si se pusiera en hilera todo lo hecho hasta ahora para abatir los pisos de tierra, equivaldría a tener una carretera de 8 metros de ancho por 10 mil 335 kilómetros de largo, con la que se podría llegar desde la Ciudad de México hasta Tierra del Fuego, en Argentina.
De 2008 a 2010 el porcentaje de población con pisos de tierra disminuyó 8.5 puntos porcentuales, al pasar de 20.3 por ciento a 11.8 por ciento (2.07 millones de personas menos), de acuerdo al informe Medición de la Pobreza 2010, del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
En este mismo periodo, en los municipios de muy alta marginación los pisos de tierra se redujeron en 22.75 puntos porcentuales, al pasar del 32.7 por ciento al 16 por ciento, lo que equivale a poco más de un millón 60 mil personas menos viviendo entre parásitos, cucarachas y alacranes.
El Programa de Atención a Zonas Prioritarias (PDZP) considera, además de los pisos firmes, la colocación de servicios sanitarios, fogones altos, estufas rústicas o similares, muros reforzados, techos, así como la construcción o mejoramiento de sistemas de agua potable, alcantarillado, plantas de tratamiento de aguas residuales, rellenos sanitarios y equipamiento y rehabilitación de escuelas y centros de salud, entre otros apoyos.