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Viernes 30 de noviembre.- En el reality Extreme Makeover: Home Edition, el afortunado receptor echa un primer vistazo a su casa recién reformada. Por una fracción de segundo, su rostro se contorsiona ¿de horror? ¿de alegría? Durante las experiencias emocionales intensas, hay un momento fugaz en que las expresiones de placer y dolor son difíciles de distinguir. De hecho, las más intensas emociones se perciben con mayor eficacia observando el lenguaje corporal de una persona, más que al ver sus expresiones faciales, sugiere un nuevo estudio.
Qué rico duele. Sin claves corporales, es difícil distinguir si los campeones de tenis ganaron o perdieron. (H.Aviezer et al. / SCIENCE)
La mayoría de los estudios de expresiones faciales se basan en un conjunto de expresiones estilizadas, reconocibles, quizá realizadas por actores en fotografías. Los artistas hacen muecas destinadas a ser lo bastante obvias para traducir entre culturas: ira, miedo, alegría, tristeza y sorpresa. Pero estas imágenes estilizadas no necesariamente reflejan las expresiones que la gente hace en el mundo real, dice Aviezer Hillel, un neuropsicólogo que ahora trabaja en la Universidad Hebrea de Jerusalén y autor principal del nuevo estudio, publicado ayer en Science. Por otra parte, cuando las emociones son particularmente extremas, las personas sometidas a picos fugaces de intenso dolor, alegría, tristeza, enojo se ven sorprendentemente similares, explica Aviezer. Viendo los rostros, "cuando se compara el dolor extremo con el placer extremo, no se pueden distinguir", afirma.
Y sin embargo, la mayoría de las personas rara vez se confunden sobre si alguien está experimentando dolor o alegría. Para averiguar qué es lo que nos permite captar las emociones ajenas, Aviezer y sus colegas mostraron fotos de jugadores de tenis profesionales a 45 estudiantes de la Universidad de Princeton, divididos aleatoriamente en tres grupos de 15. Cada tenista había ganado o perdido un partido importante, y los sujetos del estudio calificaron las expresiones faciales de negativo a positivo en una escala de 1 a 9, con un 5 que marca el punto medio neutral. Un grupo de participantes miraron fotografías de cuerpo entero, el segundo grupo sólo miraba los cuerpos de los jugadores y el tercero, sólo las caras. Sólo el último grupo tuvo problemas para hacer la identificación correcta, lo que sugiere que las expresiones faciales solas no les indicaban si los jugadores estaban alegres o desesperados. (Emily Underwood / SCIENCE)