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María Celeste Fernández, exasistente de la actriz Gabriela Spanic, será puesta en libertad en cualquier momento, luego de concluir su tiempo asignado en cárcel y haber sido declarada inocente de supuesto envenenamiento intencionado a la artista, así como a varios miembros de su residencia.
De acuerdo a un reciente dictamen de la Procuraduría General de la República Mexicana (PGR), la acusación no cuenta con fundamentos reales. Desde el punto de vista médico legal no existen elementos para determinar que Gabriela Spanic, Norma Josefina Utrera de Spanic, Lorena Cruz Camacho y Gabriel de Jesús Spanic, hayan sufrido un envenenamiento o intoxicación por sulfuro de amonio, por lo que con ello quedaba claro que, científicamente, no había sido posible que el supuesto envenenamiento fuese real, indicó en un comunicado el abogado de Fernández, Luis Alejandro Rocha Vega.
En dicho documento también se precisan las anomalías registradas en el caso, en torno a las presuntas evidencias en contra de la acusada. Entre estas ambigüedades, se mencionan las ampolletas que, según Spanic, contenían la sustancia tóxica.
Uno de los hallazgos de estos envases ocurrió cuando la ex asistente de la actriz retornaba de Argentina, su país de origen. Los policías afirman haberle encontrado las ampolletas en su bolso cuando ella nunca se separó de él, además de que resulta totalmente absurdo el hecho de haberle encontrado esas ampolletas justamente cuando recién llegaba del aeropuerto y haber pasado varios filtros de seguridad (revisiones en escáneres corporales, rayos x y revisión física por elementos de seguridad), apunta la defensa de Fernández.
Cabe señalar, además, que en ningún momento se le presentó a María Celeste ninguna orden de aprensión en su contra, por lo que fue llevada al Ministerio Público con engaños.
Un detalle importante a destacar es que el sulfuro de amonio es una sustancia tremendamente tóxica que incluso en cantidades mínimas causa quemaduras por ser altamente corrosivo y cáustico (quemante) y ninguno de los denunciantes presentaba quemaduras en boca o garganta.
Otra anomalía presentada en el caso tuvo como aval una publicación periodística. Su abogado testificó que cuatro días después de habérsele dictado sentencia a su defendida, esto es el 19 de julio de 2010, un periódico de amplia circulación en México documentó gráficamente la inexistencia del laboratorio que habría tomado las muestras de sangre y orina a los supuestamente afectados por el intento de envenenamiento.
Una vez que el abogado de Spanic se enteró del resultado del dictamen de la perito de la PGR, anunció en varios medios de comunicación que junto con sus clientes estaba valorando la posibilidad de demandar al perito por emitir ese dictamen. Pese a todo lo anterior, el juez de la causa se negó a tomar en cuenta esa prueba por demás relevante y fundamental a favor de Celeste.
A pesar de la debilidad de las pruebas, la condena de Fernández la puso tras las rejas por once meses, situación que ha llevado a su defensa a enviar un mensaje a la sociedad mexicana: Consideramos necesario poner este tema en el escrutinio público, tratándose de un fenómeno en donde la ley está sujeta a quien más poder tiene, por dinero, o por otro tipo de relaciones y que con ello, pueden pasar por encima de la vida de las personas, no porque haya una evidencia clara de la comisión de un delito, sino porque es capricho de una persona.